Me queda la palabra

CON MAYÚSCULAS

No me costaría nada hacer un “copia y pega” de años anteriores y seguro que la mayoría de los problemas que se apuntan servirían.

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

Cuando alguien tiene la gentileza de ofrecerte un lugar para expresarte públicamente se te abre un horizonte que se te presenta inmenso y sueñas con estar a la altura de este inapreciable regalo. Diría yo que, incluso, adquieres la responsabilidad de sacar lo mejor de ti para no defraudar la confianza. Ni que decir tiene que los primeros escritos, aparte de los incontables defectos que, supongo, se siguen manteniendo, el cuidado con las maneras acompaña a quien tiene la pretensión de llegar a las conciencias de quienes lo leen. Siempre es bueno mantener esta actitud que representa el respeto que el emisor debe a sus receptores.
A lo largo del tiempo, en muchos casos porque se busca sensibilizar con mayor intensidad, se relegan un tanto las formas y conscientemente se utilizan recursos que, si bien pueden parecer menos formales, se hacen imprescindibles para conseguir mayor repercusión con lo escrito.
Los textos que he venido publicando mantienen como constante al menos una o dos entradas al año por esta época, que inciden en lo que significa el verano en Rota. No me costaría nada hacer un “copia y pega” de años anteriores y seguro que la mayoría de los problemas que se apuntan servirían.
Llegados a este punto no será muy difícil descubrir de qué va el texto de hoy; pero como les amenacé no ha de ser un remedo del pasado. En primer lugar, ni quiero, ni debo, cuidar excesivamente las formas porque YA ESTÁ BIEN. Y a partir de ahora ... algo habrá que hacer más contundente.
Como hay que empezar por algo, todavía sin mayúsculas, será bueno reconocer que las tensiones vividas entre foráneos y autóctonos, quedan relegadas a tiempos pasados mejor olvidados, al menos en este caso. Lo que no quiere decir que nos sintamos especialmente felices: Parto de que me alegra que la gente que viene a pasar uno o varios días en Rota se lleve un buen recuerdo y que marche con satisfacción y con ganas de volver, conste que me gustaría que hubieran podido permitirse gastar abundantemente lo que supondría una ayudita a nuestra maltrecha economía, pero aún sin eso también me alegra pues el privilegio de vivir aquí es bueno compartirlo con quien venga a visitarnos. PERO ...NO SE PUEDE PERMITIR QUE QUIENES VIENEN A DISFRUTAR DE ROTA SE ENCARGUEN DE FASTIDIARLA. Desde la actitud descuidada que muestran en las playas, ACUMULANDO BASURA QUE PODÍAN EVITAR y que se multiplica por infinito cuando llega el veraneante; pasando porque durante esta época LOS ALTERCADOS POR EL PUÑETERO CARRIL-BICI se acumulan y no basta con que se procure educadamente explicar la normativa, el personal pasa olímpicamente y encima TE MIRAN CON ODIO A ESPUERTAS o PERDONÁNDOTE LA VIDA y más vale que pases por lo que pueda ocurrir; LAS OCUPACIONES DE ACERA POR PARTE DE ALGUNA PANDA DEL PIJERÍO "MIARMA" y no hablamos de jóvenes, que impiden conscientemente el paso al resto, ya que si estás en zona de veraneantes creen que tienen más derecho que tú; las salvajadas en determinados espacios, como las MADERAS ARRANCADAS del Paseo de los Pinos, cosa que no ocurre en invierno; o esa obsesión de OBSESOS DEPREDADORES que muchos manifiestan cada vez que baja la marea, para alterar el entorno marino, MOVIENDO PIEDRAS Y ARRASANDO CRÍAS de cangrejos, pescados o cualquier bicho viviente que tenga la desgracia de atravesarse en su sed de aventuras; y ¡Ah! pero no vamos a echar cuenta a las rajadas de lo que falta aquí y lo que tiene ellos en su pueblo.
No, no me olvido de lo nuestro, hasta ahí podíamos llegar. Aunque hemos aumentado un poquito las plazas de aparcamiento y hemos hecho una Feria de la URTA mucho más atractiva, aparte de una oferta artístico-cultural muchísimo más amplia, si bien no abundan los foráneos por allí, para que no olviden a LOS GORRILLAS, si bien la gente de Rota los sufre todo el año, tenemos especímenes  de este tipo que le pueden amargar el día a cualquiera que dude en pagar EL IMPUESTO REVOLUCIONARIO.
Entre tanto quien podría buscarle soluciones a temas que no son tan complicados eluden su responsabilidad y la cosa sigue como si nada. El Ayuntamiento podía solucionar el tema del  PUÑETERO CARRIL-BICI publicando las normas más elementales en las zonas de acceso, que no las conocemos más que cuatro hartibles y sería más fácil que tener una pareja de municipales que se hartan de decir lo mismo todos los días sin ningún efecto. Tampoco estaría mal que se les diera un toquecito de atención a LOS EXTORSIONADORES DE APARCAMIENTO que viven felices en sus territorios, caso muy grave el de el Parque Victoria. Otro tanto podría hacerse, ahora que la Junta y el ayuntamiento son de la misma cuerda, que se llevara un mantenimiento serio del Paseo de las Maderas, reparando los destrozos, o los tramos que se están hundiendo, o lo que clama al cielo, el acceso al último mirador que lleva tres años cerrado y con intención de seguir treinta más en el mismo estado. Sin salir de Punta Candor que Costas, la Junta o QUIEN SEA busque una solución a la pérdida de cientos de toneladas de arena desaparecidas de la playa y puestos a pedir, por si acaso hacen algo, QUE ACABEN CON LAS RATAS QUE NO SON CAMALEONES, ni tienen atractivo turístico, y estas se ven por cualquier lado sin tener que mirar con cuidado entre las retamas como con aquellos. Y de la marisca, ¿a qué viene la persecución de los pobres necesitados que se buscan la vida en invierno mientras se permiten los desmanes de los DEPREDADORES veraniegos.
Lo dicho, feliz verano y disculpen los gritos.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN