Me queda la palabra

El TTIP en Rota o lo Atrevido de la Ignorancia

Todo el argumentario de la discusión demostró que nuestros políticos, salvo Moisés, ni tienen idea del TTIP, ni se han molestado en leerse una chuletilla que les salvara el prestigio.

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El primer pleno ordinario del nuevo ayuntamiento de Rota nos trajo, entre otras novedades, una nueva imagen que resulta mucho más deseable que la que se ha venido ofreciendo en la época anterior. Felicitémosnos por ello y contribuyamos todos a que este sea el ambiente que reine siempre. Pero para eso no hemos de guardarnos nada que más adelante pudiera impedir que esto siguiera en la misma tónica. Por ello es nuestra obligación poner ante los ojos de todo el pueblo de Rota cuanto se vea que es mejorable.
La primera moción que presentó Sí Se Puede, conjuntamente con Izquierda Unida, hacía referencia a la Declaración de Municipio Opuesto al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP). Es evidente que la primera intervención de peso del nuevo concejal, Moisés Rodríguez Fénix, se vio condicionada por los nervios del debut, que le jugaron una mala pasada, si bien no quita que en esta se adujeran suficientes argumentos para que el resto de grupos se tomara en serio la moción. Mucho más tranquilo completó con brillantez la exposición en su turno de réplica. La intervención de Antonio Franco, muy breve y poco convincente, se limitó a destacar algún que otro aspecto de la amplia serie de motivos que existen para que este municipio se hubiera pronunciado a favor de la moción presentada. La intervención de Angie Sánchez, que trató de alejar el tema por su incidencia en Rota, se acompañó del supuesto desconocimiento de la ciudadanía sobre el tema: craso error que el alcalde cortó con la llamada de atención al público que en parte se sintió molesto con la afirmación. A esta intervención siguió la de Auxiliadora Izquierdo que repitió el mantra del empleo como único argumento para justificar la postura oficial claudicante de su partido ante los dictados de los poderes económicos: todo un clásico. Aunque quizás una de las grandes decepciones de la tarde se debió a Dani Manrique, de quien al menos yo suponía, que era el nuevo peso pesado del grupo socialista: no voy a cambiar mi opinión todavía pero su intervención fue de traca. Partió el nuevo concejal con una prepotencia inesperada sobre las infundadas razones de la bondad de un tratado de comercio como si esto fuera la panacea del devenir económico, pasando después al inolvidable “De entrada, no” que nos trajo tan gratos recuerdos, para desgranar una posible rectificación si se confirmaban los temores de que fuera cierto lo que expuso Moisés Rodríguez y tan tibiamente apostilló Antonio Franco. Nada que extrañarse de PP y PSOE cuando estos mismos partidos apoyaron las negociaciones en 2013 y se negaron con CiU, PNV y UPyD, a apoyar la propuesta de IU de mayo de 2014 oponiéndose a llevar a referéndum el TTIP. En el turno de réplica, ya citado el caso del representante de Sí Se Puede, el de IU se permitió dejarlo pasar sin haber entrado en las peregrinas argumentaciones de los dos grandes, ¡Increíble! ¿Cómo permitirse  no dar una respuesta con lo fácil que lo tenía? Sencillamente deplorable.
Los argumentos vertidos por PP-PSOE, los que justifican su política seguidista a las autoridades de la troika, en este caso en Rota, se centraron en los 150.000 puestos de trabajo esgrimidos por el PP y el crecimiento de un 60% del PIB europeo (6,55% en España) que suenan a broma de mal gusto, sobre todo el europeo que no cuela ni con magia. Todo el argumentario de la discusión demostró que nuestros políticos, salvo Moisés, ni tienen idea del TTIP, ni se han molestado en leerse una chuletilla que les salvara el prestigio.
Como han mostrado su enorme desconocimiento les diremos: primero que los puestos de trabajo de los que habla la mesa de negociación es de 2.000.000, aunque habrá que recordar que, por ejemplo, el Tratado NAFTA, (USA, Canadá y México), donde se prometieron 20.000.000 al final la Cámara de Comercio de USA reconoció que se habían perdido 1.000.000. En cuanto al crecimiento anual de un 1% la Comisión Europea lo rebaja a 0,1%. Total que el desconocimiento es de un nivel rayano con la irresponsabilidad. Las bondades del acuerdo económico, que tan cándidamente presuponen Auxi y Dani, habrá que saber que los negociadores del Tratado han tenido el 90% de las reuniones con representantes de los lobbies y de otras grandes corporaciones. El objetivo de las negociaciones no es bajar los aranceles, de por si muy bajos, sino adecuar a las legislaciones más favorables para las empresas para todos, suprimiendo las que les perjudiquen: recuerden que se trata de unificar y en esto las leyes americanas son mucho más permisivas y contrarias a los derechos ciudadanos. En cuanto a la repercusión en España por la que se han mostrado tan optimistas nuestros concejales, habrá que comentar que las empresas suelen instalarse donde tienen unas infraestructuras que no son los países mediterráneos los más adecuados para ofrecerlas.
Ah, no se olvide, se ha creado un Tribunal de Arbitraje, con poderes por encima de los Tribunales Nacionales, que no dependen de organismos oficiales y que han ejercido en situaciones parecidas sus servicios a favor de los poderosos: casos concretos, “por ejemplo la multinacional estadounidense Phillip-Morris ha demandado a Uruguay por 2.000 millones de dólares por haber puesto alertas sanitarias en las cajetillas de tabaco. Otra multinacional como Vattenfall ha demandado a Alemania por 3.700 millones de dólares por haber apagado sus centrales nucleares. Otra como Lone Pina ha demandado a Canadá por 250 millones de dólares canadienses por la moratoria de fracking que aprobó el Gobierno de Quebec. Ecuador fue sentenciado a pagar 2.300 millones de dólares a la petrolera Occidental Petroleum por abandonar la construcción de un pozo de petróleo en el Amazonas. E incluso Libia tuvo que pagar 900 millones de dólares de ”beneficios perdidos” por un proyecto turístico en el que sólo se habían invertido 5 millones de dólares. Por ejemplo, el ministro de Salud de Nueva Zelanda anunció el retraso de la aprobación de un pack sanitario hasta que se conociese la sentencia de Phillip Morris contra Australia; Argentina...”
Tampoco se olvide que las compañías pueden demandar a los países que promulguen leyes contrarias al TTIP, pudiendo ser sancionadas con el valor de lo que la empresa pensaba ganar.
En algún momento habrá que terminar la carta; los perjuicios y los peligros del TTIP podrían llenar varios folios: por ejemplo con el oscurantismo, los daños al medio ambiente, la legislación laboral, los servicios públicos. Lo dicho: Interminable.

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