Me queda la palabra

8 de Marzo: Día de la Mujer Luchadora

...las mujeres han sido fundamentales, a pesar de que Rota no es que sea el mejor sitio para hablar de igualdad de género. Son esas mujeres de Rota las que traigo aquí para que protagonicen este texto.

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Cuánto tiempo ha tenido que pasar para que la palabra trabajo se asocie con la mujer. No valía que tras siglos de historia se hubiera dejado la piel en infinidad de ocupaciones para que lo suyo se considerase de menor importancia que las labores que desarrollaban los hombres. Fue el siglo XX quien viniera a poner las cosas claras: primero, la aceptación de las mujeres en un mundo que era  exclusivo de hombres, si bien costó años de lucha que los derechos de ambos se fuesen aproximando y, desgraciadamente, con la reticencia de muchos de los varones. Indudablemente, ni la igualdad de derechos, ni la aceptación de la otra parte se puede presumir de que sea completa.
Otro de los avances, si bien menos valorado incluso, ha sido la consideración del trabajo en la familia como trabajo de verdad: ni el cuidado de la casa, ni la organización de la economía doméstica, ni el cuidado y la educación de la prole, ni el de parientes ancianos o enfermos, eran tenidos en cuenta como se merecían.
Como tod´s sabemos poco a poco esto va cambiando, si bien es tanto lo que queda por hacer, que aún es mucha la tarea que resta. Y en esta tarea de alcanzar la superación de todas esas limitaciones ha sido la lucha de las mujeres el principal motor de transformación social.
El Día de la Mujer Trabajadora ha venido desde su primera celebración en 1911, hasta nuestros días, pasando por la proclamación del 8 de Marzo por la ONU, dejando el homenaje por sus méritos y rememorando la reivindicación de la verdadera igualdad.
Personalmente, nada más que decir. Sí quisiera llamar la atención en que son un tipo de mujeres en particular, las verdaderas protagonistas de todo esta lucha a lo largo de los tiempos: El tipo de la mujer luchadora, que es la que hoy pretendo homenajear.
No es cuestión de establecer una larga lista de mujeres que históricamente han demostrado valores suficientes para no olvidarlas nunca por sus méritos en esta lucha. Mi pretensión es mucho más humilde. Desde la aparición del 15-M mi relación con la tarea sociopolítica cambia significativamente y ha sido aquí donde he ido descubriendo una gente genial con la que he compartido muchísimas cosas interesantes. Y por supuesto las  mujeres han sido fundamentales, a pesar de que Rota no es que sea el mejor sitio para hablar de igualdad de género.
Son esas mujeres de Rota las que traigo aquí para que protagonicen este texto. Si empecé hablando del 15-M justo sería citar entre las primeras a Rocio de la Barrera Estévez. Fue la primera que se dirigió a la asamblea del 15-M en la Plaza de la Plancha, y desde entonces no ha parado de luchar, de comprometerse y de entender que la ciudadanía debe exigir su voz. El tema ecológico, la protección del medio ambiente y la reivindicación de un vida más natural forman parte de su currículo.
Len Strike, nuestra genial Bollyflauta de aquellos tiempos, que acompañaba su interés y su compromiso con una de las maneras más brillantes de escribir de la gente que conozco. Sigue su lucha y la defensa de la identidad sin ambages, todo ello aderezado con un encanto personal arrollador.
Raquel Barcala, nuestra genial actriz, miembro de La Madriguera, con su capacidad de seguir para adelante a pesar de todas las dificultades que ella y todo el mundo del teatro sufre en estas épocas. Son inolvidables sus performances, sus lecturas y sus conversaciones.
Tatiana Silva, que además de su buena disposición y acierto para participar en los actos, para pintar en los murales, para intervenir en las asambleas, para ser una fija en las manifestaciones, nos trajo el primer retoño nacido en el 15-M de Rota, la linda África.
La Pequeña Duende Dragón Rojo, el máximo exponente de la sensibilidad auténtica y sincera. Alegre, cariñosa como nadie, y con un amor a los seres vivos digno de admiración. Todo en ella rezuma amistad, consideración, emotividad, delicadeza. Si hubiera que elegir un símbolo de la paz, ella no iba a desmerecer.
Laura Niño, que nadie se sienta infravalorada en la comparación, pero aquí estamos ante una persona con mayúsculas. Valiente como la que más, trabajadora en grado máximo, activa sin querer nada a cambio, generosa por naturaleza, ejemplo de honradez y de espíritu solidario. Con una personalidad increíble que la hace encantadora. Tan buena luchadora, como humana; atenta, cariñosa, tierna, alegre y con una ilusión que ya quisiéramos que pudiéramos ser capaces de contagiarnos de ella.
Lourdes Couñago, ella ya no es producto del compromiso del 15-M, su lucha es muy anterior, muy presente y, con la capacidad de entrega que acompaña, seguro que en el futuro muy lejano seguirá sembrando este mundo de valor, reivindicación y generosidad solidaria. Todo esto no impide que goce de una personalidad tan humana para unas cosas, las que requieren de esta cualidad, como tan enérgica para exigir lo que el pueblo necesita, en  especial l´s más necesitad´s. Habría que buscar mucho para hallar alguien tan entregada a la defensa de la justicia social.
Rosa Bustamante, una señora de una vez. Su lucha es histórica, que no quiere decir que no sea actual. Por muchos que hayan sido los sinsabores nunca  se ha dejado vencer y sigue en la brecha, participando, incluso más de lo que puede. Si a alguien se le puede poner como ejemplo de generosidad política esta es Rosa. Son muchos los ejemplos que quienes la conocemos no necesitamos de que se recuerden.
Lola Fernández Trenado, mi mujer. No cabría en todas las hojas de esta publicación exponer los merecimientos de ella; pero como esto ha de tener un final... Ni los tremendos avatares que la vida le pone a su salud, impiden que siga en la brecha, que siga ayudando en todo lo que desde un ordenador se puede hacer para seguir con la labor y no solo, pues en cuanto puede también está en la calle, o donde se la precise. Poc´s tan eficaces en su tarea de difusión de los eventos sociales, poc´s con las ideas tan claras (qué voy a decir yo pues si no fuera por ella ¡qué habría sido de mí!). Infatigable hasta la extenuación, generosa, amiga de verdad y comprometida como quien más.
Para terminar, no quiero olvidar dos jóvenes muy valiosas. Nazareth Alcedo, asombrosamente trabajadora y eficaz, sencilla, sensible y entregada a la lucha, con un bagaje de humanidad difícilmente superable, y Marina Moreno, una mujer con una potencialidad inimaginable, con capacidad de decisión y con una voluntad para hacer las cosas de reconocer. Valiente y responsable, con un futuro de lo más prometedor, si así lo desea. De todas ellas me siento muy orgulloso de haber compartido distintos tipos de lucha, pero quizás de estas dos últimas tenga que expresar que me siento culpable en parte de que hayan dejado de estar. En el pecado, más tarde o más temprano, he de llevar mi penitencia.
La relación debería ser más larga, por lo que pido disculpas a quienes mereciéndolo no han sido citadas.

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