Entraban al salón de actos nerviosos y expectantes por ver lo que le depararían las opiniones de cuatro desconocidos para ellos, pero que quizás les abrían ventanas para luz a la indecisión de qué hacer con su vida una vez terminado el bachillerato. El instituto Santa Rosa de Lima ha venido organizando esta semana una serie de mesas rondas compuestas por profesionales de distintos sectores como ejercicio de guía para los alumnos de los últimos que una vez llegue junio tiene que tomar la decisión definitiva de por dónde continuarán sus paso formativos y laborales. “Esta iniciativa es muy interesante porque los alumnos tienen la oportunidad de ver las distintas vertientes del camino que van a seguir tanto en su carrera universitaria como en su vida después de la Universidad”, explica la directora del centro, Natividad Cortés, que añade que a muchos jóvenes “les ayuda a decidirse la situación laboral que les espera después”. “Esto ha sido posible gracias a que siempre que hemos llamado a los profesionales, han respondido”, culmina Cortés.
Desde el Departamento de Orientación, comandado por Olga Cazorla, organizan de hace años esta iniciativa que da cobertura a las cinco ramas de Bachillerato, los cuales se pueden cursar en dicho instituto: Ciencias Sociales, Ciencias de la Salud, Arte, Humanidades e Ingeniería. Profesionales como responsables de de la Escuela de San Telmo o el restaurador Carlos Martínez también estuvieron presentes. Los alumnos del instituto también pudieron contar con los testimonios y experiencia de otros perfiles más vinculados a la Universidad como el decano de la Facultad de Económicas, Eugenio Luque o la profesora de Derecho, Ángeles Liñán, que insistieron mucho en que “estudiar no es una opción sino una obligación” y que “cuando estás en el conocimiento aprecias más las cosas”. En otros aspectos, la periodista de Viva Málaga y OndaLuz Tv, Marta Jiménez, alentó a los alumnos a elegir su formación en función de sus deseos y vocaciones, no por salidas laborales. Por su parte, el filólogo de lengua inglesa Diego Gómez apuntó: “Un buen lingüista tiene sitio en cualquier lugar del mundo, no tengáis miedo a iros”.
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