Es el sonido del esfuerzo lo que se percibe al entrar en el Club de Boxeo Postigo, en Torremolinos: el rítmico golpear de la cuerda en el suelo, los guantes dando una y otra vez al saco... Y las dos palabras que mejor describen la escena son intensidad y pasión, y así es Watif Alcalache.
Esta boxeadora profesional, marroquí y afincada en Torremolinos, reúne en sus 156 centímetros de altura una fuerza y coraje que explican su determinación para practicar boxeo a pesar de que su padre no quisiera. “Lo pasé mal, pero yo quería hacer deporte de combate e hice todo lo que estaba en mi mano para que el resto de mi familia respetara mi decisión; que no era un capricho”, añade la púgil, que pasó del kick boxing al boxeo de la mano del entrenador Antonio Postigo.
Con su manager, José Castro, y la empresa Promotion Boxing Kas Watif inició un nuevo camino como profesional, en peso mosca, donde entrena en Madrid o Canarias antes de los combates, y arropada por la marca deportiva Bronx y el preparador físico Barbarien busca un hueco en la élite nacional, cuando tramite su pasaporte español, e internacional; en la retina tiene como ejemplo a Laila Ali (hija de Muhammad Ali).
Entre sus objetivos se encuentran pelear por el título africano o campeonato del mundo, porque ella siempre quiere enfrentarse a las mejores. “No digo que no a ninguna, yo siempre quiero aprender más”, destaca la boxeadora que "ha bailado con las mas peligrosas", con gente difícil, sin hacerle una carrera fácil.
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