El mar es nuestro vecino más próximo. La vida de Málaga no acaba en la orilla, llega mucho más allá y es también responsabilidad del ciudadano cuidar de lo que se encuentra bajo las aguas. El Aula del Mar nació hace 28 años con la voluntad de preservar y custodiar la flora y fauna de nuestra costa, del Mar de Alborán. De su mano, en 1996 nació el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas, el CREMA. Juan Jesús Martín es biólogo y responsable de esta institución y destaca de la realidad malagueña que “es el único sitio del mundo donde conviven especies atlánticas y mediterráneas”, por eso lamenta tanto que las actuaciones humanas a lo largo de los años “no hayan sido muy positivas” sobre todo en lo que se refiere a las construcciones en el litoral.
En cuanto a la conservación animal hacen hincapié en que noches como las de San Juan, los ‘domingueros’ que dejan basuras en la arena o las aguas residuales inciden directa y muy negativamente en los animales marinos. “Está creciendo el caso de tortugas que son ingresad as por la ingesta de plástico, bastoncillos de oído o toallitas higiénicas, las cuáles no hay que tirar al wc. De hecho hemos llegado a encontrarnos ejemplares con hasta un kilo de residuos en su intestino”, explica Juan Jesús. Esto se debe en gran medida a la confusión de estos animales con los plásticos y las medusas, ya que estas últimas son su principal fuente de alimentación. De esta manera, si las aguas están limpias, más medusas ingerirán y menor riesgo de picadura para los humanos.
Es también habitual, encontrarse con casos de animales que se han quedado varados. Aquí el consejo es claro: “Hay que llamar al 112, como ante cualquier emergencia, no echar al animal al mar porque es como si vamos a Urgencias del hospital y nos mandan para casa, no alborotarlo y mantenerlo hidratado sin taparle la nariz, que animales como los delfines o las tortugas, la tienen en la parte posterior de la cabeza”. Si durante el verano, además, alguien quiere iniciarse en el arte de pesca, recuerdan desde el CREMA que, si se usa la caña, se debe utilizar un anzuelo grande para evitar atraer a inmaduros. Si lo que se realiza es pesca con arpón, está totalmente prohibido pescar especies como pulpos o centollos, sólo peces.
Por último cabe recordar que a un altísimo porcentaje de los bañistas les produce mucho repelús que les roce un alga mientras disfruta del mar, o incluso verlas flotar, pero su presencia en el agua, aunque muchos piensen lo contrario, es síntoma de equilibrio medioambiental. Más todavía si nos encontramos a la vez con las distintas especies que son de color verde, marrón o roja. Esta familia sólo puede vivir hasta donde penetra la luz del sol y además, no hay manera de repoblarlas como si fuera una planta de tierra, por lo que la mejor manera de que se regeneren es mantener el agua lo más limpia posible y permitir que la incidencia de los rayos sea lo más profunda posible
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