La Mundial se ha convertido, de nuevo, en foco de debate en la capital. El hotel de diez plantas con sello del afamado arquitecto Rafael Moneo proyectado en Hoyo Esparteros no gusta a todos. A las críticas de los partidos en la oposición que en julio lograban aprobar en pleno mantener el edificio, se unen las de colectivos en defensa del patrimonio como Torre Vigía.
“Lo de la Mundial es solo la punta del iceberg”, cuentan”, “cada día se derriban edificios de una época cada vez más escasa en la ciudad”. Ponen como ejemplos actuaciones en zonas como los arrabales de Trinidad y Perchel, Lagunilla o San Felipe Neri. Pero la Mundial se ha convertido para ellos en un símbolo de la destrucción del patrimonio y la política de especulación urbanística.
“Los malagueños han perdido la soberanía; mientras el Ayuntamiento sigue promoviendo la especulación urbanística mientras la ciudad pierde su esencia histórica”, considera el colectivo. La promotora Braser aún no ha abonado los 4,8 millones de euros pendientes del convenio que permitirá transformar esta manzana de la ciudad. Colectivos como Torre Vigía se resisten a perder el que consideran un símbolo de la estampa de la ciudad “en ese lado del Guadalmedina”.
Salvemos La Mundial
“Estamos convencidos de que la constructora va a tirar la Mundial, porque el convenio solo obliga a mantener los elementos distintivos pero pueden ser en parte; además, el pasillo de Atocha, único resto de la Málaga preindustrial, se perderá para siempre”, apuntan. Estos defensores del patrimonio malacitano, que se unen a Málaga Rec que sigue la estela en las redes sociales, censuran la política urbanística del Ayuntamiento, y reclaman consultas populares en este tipo de actuaciones de calado y, sobre todo, una mayor protección, “tal y como se hace con calle Larios”, bajo el lema “Salvemos la Mundial”.
Precisamente, el regidor popular, Francisco de la Torre, ha vuelto a reivindicar que se cumpla el convenio suscrito con la promotora y que la decisión que salga con el resto de grupos “sea la mejor”. El popular ha advertido del riesgo que supondría lo contrario: “las consecuencias serían muy negativas”, poniendo sobre la mesa “el coste para los malagueños de la resolución del contrato”, un extremo que han solicitado los grupos políticos en la oposición.
Además, ha incidido en que con su traslado al fondo del Hoyo de Esparteros, “La Mundial luce más”. El Ayuntamiento insiste en seguir adelante.
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