Un banco malagueño necesita ayuda. Se trata, no podía ser otro, del comedor social conocido como ‘el banco güeno’ del barrio Palma-Palmilla.
Las empresas que colaboran en llenar sus despensas toman vacaciones en agosto y las donaciones decaen. Pero el ‘Banco Güeno’ no cierra, porque hay un centenar de vecinos que tiene este espacio como única opción para comer diariamente un plato caliente.
Están sin reservas y sus administradores lanzan un S.O.S. no solamente a empresas sino al conjunto de la ciudadanía.
Tiene garantizado el pan; pero necesitan productos básicos: pasta y arroz para cocinar. Pero, sobre todo, productos frescos: verduras, carne y pescado.
Toda la ayuda, manifiestan, será recibida con una sonrisa.
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