Andalucía

Mes de devoción y tradición

La romería de El Rocío, hasta las marismas de Doñana, está considerada como la mayor peregrinación de España, mientras Córdoba se vuelca en la fiesta de los patios

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  • En el quema -

Andalucía se hace primavera en mayo, cuando el esplendor de la vida nace en cada rincón de esta tierra; cuando los patios se abren para mostrar al mundo una explosión de olores y colores en forma de macetas y árboles en flor; cuando cada calle o cada plaza nos sorprende con el contraste del blanco de la cal y el brote de geranios, clavellinas, buganvillas o azucenas. Pero mayo también es sinónimo de devoción, porque también es tiempo de espera para empezar un camino de peregrinación que culmina en Doñana el lunes de Pentecostés: El Rocío.

Considerada la mayor peregrinación de España, la romería del Rocío aúna religión con buena parte de la idiosincrasia que posee la cultura popular andaluza: cantes, bailes y la costumbre de compartir momentos únicos en grupo. Todo ello en un entorno de lo más hermoso, desde las propias marismas de Doñana hasta los senderos y caminos que cruzan parajes de una belleza inigualable.

La romería de El Rocío se celebra todos los años en torno al lunes de Pentecostés -este año el 25 de mayo- en la aldea que acoge a la Blanca Paloma, enclavada en las marismas de Doñana, un espacio de una belleza infinita, especialmente sus atardeceres, que es objeto de peregrinación durante todo el año, acogiendo la ermita actos religiosos de las hermandades de forma periódica.

Pero si algo caracteriza a El Rocío es el camino, la partida de las diferentes hermandades desde todos los rincones de Andalucía e incluso de España (muchas ciudades se unen a las hermandades filiales para realizar el camino) para llegar hasta la marisma onubense, senderos cargados de naturaleza pero también de sentimientos entrelazados: alegría, cantos y fiesta, frente a lágrimas, suspiros, silencio, promesa y expresión de sentidos.

El tamborilero, con su tambor y su flauta, va marcando los pasos de las hermandades por los diferentes caminos, y a él se unen los cohetes que señalan el sendero de caballos, carretas y peregrinos buscando a la Virgen del Rocío: es una auténtica manifestación de alegría y color, un cortejo que abre el Simpecado tirado por bueyes generalmente, al que  siguen a pie los más devotos, los caballistas y las carretas, decoradas con motivos rocieros y siempre preparadas para esas paradas en las que se reza, se canta, se baila, se come y se convive en medio de la naturaleza.

Hacer el camino es para el rociero una forma de vivir el acercamiento, paso a paso, a pie, en carretas, a caballo, en todo tipo de vehículos, hacia la Virgen del Rocío, pero deja estampas hermosas que no debe perderse, especialmente el paso de las hermandades en barcaza desde Bajo Guía, en Sanlúcar de Barrameda, hasta la marisma de Doñana; y el Vado del Quema, en el camino de Sevilla, donde las gran mayoría de hermandades cruzan y bautizan a sus nuevos peregrinos, momentos de profunda devoción y emoción, de color y olor. Otros lugares significativos son Gelo, Marlo, el saludo en Villamanrique de la Condesa, la Raya Real, la parada de Palacio y el Ajolí.

Nada sería de este peregrinar si no fuera por la Virgen del Rocío, a la que todas las hermandades saludan a su llegada. En su ermita, enclavada en la marisma de Doñana, espera una aldea en la que se concentran más de un millón de peregrinos esperando que la madrugada del domingo al lunes los almonteños “salten la reja” y saquen en procesión a la Blanca Paloma, en un recorrido en el que saludará a sus peregrinos y hermandades entre el fervor de los rocieros hasta bien entrada la mañana, cuando ya los sentimientos se unen entre la alegría de haberla visto y la tristeza por la partida, que las hermandades inician el mismo lunes de Pentecostés, cuando ya se piensa en el próximo año.

La Feria del Caballo

Antes de que se celebre El Rocío, Jerez también se viste de fiesta con la Feria del Caballo hasta el 17 de mayo, donde el vino, el flamenco y por supuesto el caballo son los principales protagonistas del evento más representativo de la ciudad.

Durante una semana el Real de la Feria se llenará de luz y color, de enganches, jinetes y amazonas, copas de vino, baile y cante y cientos de casetas. El visitante podrá ver desfilar a los más bellos caballos andaluces en el Paseo de Caballistas y Enganches, inigualable muestra de elegancia, plante y majestuosidad. En torno al caballo andaluz, pura elegancia y armonía, se celebran las más importantes exhibiciones ecuestres, como la doma, el enganche y el acoso y derribo.

Jerez se engalana con un impresionante alumbrado y con la presencia de las casetas, que compiten entre sí en belleza y tipismo andaluz. Así, el Real se llena de público para ver pasear a los protagonistas de la Feria, los airosos caballos jerezanos y los elegantes coches enjaezados.

En el interior de las casetas corre a chorro el dorado caldo de Jerez, acompañado de la variada gastronomía casera a base de “berzas”, “calditos”, “potajes” y apetitosas “tapitas”, para poder aguantar así el vino, el cante y el baile hasta que caiga la noche. Y que no falte, por supuesto, el baile, toque y cante flamenco -Jerez es cuna del cante jondo- ni tampoco el vino, un preciado “tesoro” que representa la cultura de un pueblo, una manera de entender la vida.

Córdoba se vuelca con la Fiesta de los Patios

Córdoba se vuelca este mes con la Fiesta de los Patios, tradición única en el mundo, basada en las características de la forma de vida cordobesa, en casas con patios y balcones ajardinados, en los que el elemento decorativo son las flores. Y este año son 63 los recintos que participan en esta tradición, de los que 50 participarán en el concurso municipal hasta el 17 de mayo, mientras que los 13 restantes son institucionales.

El medio centenar de patios abre sus puertas al visitante con visitas guiadas, códigos QR y numerosos atractivos más. Se facilita un listado en las oficinas de turismo, hoteles y en los propios patios, y se  invita a recorrer las calles de patio en patio.

Recorrer los patios durante el día, y disfrutarlos a la caída de la tarde, entre el olor al jazmín y al azahar de los naranjos, la música flamenca y la conversación de los amigos es una experiencia única. Los barrios de la Axerquía, San Agustín y San Basilio cuentan con patios afamados, que los cordobeses vuelven a visitar año tras año.

En las zonas más animadas, especialmente de San Basilio -el barrio del Alcázar Viejo- se permite la instalación de bares y música. Además, la Asociación de Amigos de los Patios realiza una labor de recuperación de viejas casas, que remozan y abren al público durante la celebración del festival. El tradicional concurso popular se ve acompañado por el Festival de los Patios Cordobeses, en cuyo marco se celebran conciertos y actuaciones en diversos puntos de la ciudad.

A los propios patios hay que añadirle los más de 40 actos que componen la programación del Festival, con actuaciones y conciertos que van desde el flamenco a la fusión de estilos, pasando por la copla, el pop y la danza, entre otros. La mayoría de estas actuaciones comenzarán a las 22,00 horas, cuando se cierran los patios, y se celebrarán en el Teatro de la Axerquía; en la Plaza de la Corredera; en el Patio de las Campanas; en el entorno de la Calahorra; en los patios del Palacio de Orive, Posada del Potro y Rey Heredia, y en la sede de la Asociación de Vecinos Alcázar Viejo, entre otros espacios.

Asimismo, como "experiencia nueva" del jueves al sábado de estas dos semanas de fiesta, habrá ambientación musical en varios estilos a la entrada de los patios en concurso, a cargo de la Escuela de Músicos El Gato. También, los patios de Orive, Rey Heredia y Zoco Municipal se mantienen abiertos de 14,00 a 20,00 horas para la actividad La Siesta en los Patios.

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