La Tribuna de Nertis

Dimisiones

Vivimos unos días extraños porque se ha producido un hecho cuasi excepcional en nuestra democracia, cual es el de las dimisiones de altísimos cargos en respuesta a que no se cumplen las promesas o no se les permite hacer la política para la aceptaron los puestos...

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Vivimos unos días extraños porque se ha producido un hecho cuasi excepcional en nuestra democracia, cual es el de las dimisiones de altísimos cargos en respuesta a que no se cumplen las promesas o no se les permite hacer la política para la aceptaron los puestos. E independientemente de que estemos más o menos de acuerdo con esos políticos, no podemos dejar de alabar la coherencia que muestran esas actitudes que deberían ser mucho más frecuentes ante situaciones de ese tipo.

En el caso del Sr. Gallardón, para mí ha sido un ministro de Justicia manifiestamente mejorable, lo cual no quiere decir que no alabe ahora su actitud. Podríamos citar muchas cosas que ha hecho y otras muchas que no ha hecho en la parte más importante de su Ministerio, pero desde luego no olvidaremos nunca que estuvo marcado por esa ley de tasas, que es el ejemplo de lo que hace un político carente de imaginación y visión de futuro: subir los impuestos, cercenar derechos de los ciudadanos y pensar que así arregla el sistema. Es lo mismo que arreglar la sanidad exigiendo que los enfermos paguen impuestos por las consultas y mucho más por las urgencias. O eliminando simplemente enfermos.

Lo que ha sucedido con ella es que la mayor parte de los ciudadanos que ya paga habitualmente sus impuestos tiene que renunciar en muchos casos a defender sus derechos ante los tribunales al no poder soportar el enorme costo que las muy diversas cargas creadas por ello les obligarían a asumir. Y por supuesto eso en absoluto ha dado lugar a la modernización de la justicia; a la dotación de los medios informáticos que necesita; a la aportación de los medios humanos que precisa; a la profundización en la profesionalización, independencia y dignificación de remuneraciones que es inaplazable, etc. Solo a que haya menos procedimientos y a alejar de la tutela judicial a los que no pueden soportar ese coste.
Pero no puedo dejar de alabar su dimisión porque el PP no cumpla sus promesas en torno al aborto y sigamos con una ley como la de Aído y Zapatero que pienso es enormemente grave para algo tan fundamental como es el no nacido y su derecho a vivir. Aunque sea un tema difícil, no puedo dejar de reiterar que para mí defender eso que prometía el PP en su programa electoral (“cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores”) es mucho más progresista que mantener una ley como la vigente por la que las futuras generaciones nos juzgarán como nosotros a Esparta.

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