La tribuna de Viva Sevilla

¿Hacia dónde va la agricultura andaluza?

La actividad agraria aporta entorno al 8% del PIB regional y es la principal fuente de empleo de más de la mitad de sus municipios.

El sector agrario ha sido, es y seguirá siendo un factor clave en el desarrollo del tejido económico, social y territorial de Andalucía, la mayor potencia agrícola de España y una región con una importante diversidad productiva en la que la actividad agraria aporta entorno al 8% del PIB regional y es la principal fuente de empleo de más de la mitad de sus municipios. Por ello, el inicio de este ejercicio de 2018, en el que celebramos el 40 aniversario de la constitución de nuestra asociación, es un buen momento para mirar al futuro y para responder a dos preguntas clave: ¿Qué se espera de la agricultura andaluza? ¿Quién responderá a sus desafíos?

Sobre la primera cuestión, el “qué”, existe un alto grado de consenso acerca de los retos a los que debe enfrentar la agricultura en las próximas décadas: la seguridad alimentaria, la preservación del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático, la revitalización del medio rural y el rejuvenecimiento de la población activa agraria están en cabeza. La población mundial alcanzará los 9.600 millones de habitantes en el año 2050. Es decir en poco más de 30 años se habrá incrementado en algo más de 2.500 millones. Por tanto, el primer reto es sin duda la alimentación.

El segundo gran reto es el de la energía, en los próximos años se doblarán las necesidades energéticas y nuestro sistema de desarrollo basado aún en energías no renovables, deberá buscar otras fuentes alternativas y optimizar el consumo energético.   El tercer gran reto es el “cambio climático”. En este ámbito es fundamental reconocer la agricultura como sumidero de CO2, fomentar la agricultura de conservación, reducir el consumo de gasóleo y mejorar la eficiencia energética de las explotaciones, y en todo ello, en Andalucía y en Asaja llevamos años trabajando.  

El cuarto gran reto es el agua, el verdadero “oro líquido” del siglo XXI. Sin garantía de suministro es imposible mantener un sistema productivo competitivo, generador de riqueza y vertebrador del territorio. Hace falta un gran pacto nacional por el agua. Una importante tarea pendiente. El quinto y último reto, es el del mercado agrícola y de la cadena alimentaria. A pesar de los avances que ha supuesto la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria, la posición de los agricultores y ganaderos sigue siendo débil. Esta es una de nuestras grandes apuestas, puesto que la rentabilidad de la actividad agropecuaria es la base fundamental para garantizar su continuidad. Queda por último responder a la segunda de las preguntas clave -¿Quién afrontará estos desafíos?- para Asaja la respuesta es fácil, los protagonistas serán una vez más los agricultores y ganaderos, es básicamente su concurso el que ha hecho y continuará haciendo posible la evolución del sector agroalimentario sevillano, andaluz y español.

 En el horizonte, habrá que tener en cuenta otros factores importantes que, ante lo reducido del espacio, nos limitamos a enumerar: la próxima reforma de la PAC, la sanidad animal y vegetal, los acuerdos comerciales internacionales, la biotecnología y, sobre todo, el protagonismo indiscutible del consumidor. No podemos olvidarnos del consumidor y de nuestra orientación al mercado. A pesar de que nuestras producciones cuentan con exigentes certificaciones y controles y que la agricultura europea es una de las más seguras del mundo, el nuevo consumidor está muy conectado y por ello se siente “más informado”, y sin embargo su confianza ha disminuido. Éste reto debe ser permanente para los agricultores y ganaderos.

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