La tribuna de Viva Sevilla

Planifiquemos y dejémonos de bicicletas

No es cierto que todo esté hecho en Andalucía. Obras hacen falta muchas, no sólo nuevas. Existen importantes deficiencias en la conservación de carreteras y hay que poner al día las infraestructuras de saneamiento y depuración que se han quedado obsoletas.

Parece que empiezan a soplar aires de ‘buena nueva’ para la ingeniería y la construcción de obra pública en Andalucía. O al menos así estamos esperanzados en que sean estos anuncios alentadores de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de rescate de un sector al que han demonizado y axfisiado hasta casi la extenuación. Cuando unas 30.000 empresas se han visto abocadas a cerrar sus puertas y se ha perdido al 80% de nuestro capital humano, en el mismo porcentaje que se han precipitado las inversiones de las administraciones públicas en nuestra Comunidad, parece casi un delito no auxiliar a un sector que ha levantado durante muchos años a Andalucía y a España.


Siempre hemos sido parte de la solución, no del problema. Lo hemos repetido con ahínco durante años, quedándose como voces en el desierto, porque nunca hemos tenido en frente a interlocutores válidos que entendieran que nuestro problema también era el suyo y que juntos podríamos buscar las vías para restañar las heridas y levantarnos. ¿Será esta de verdad la oportunidad que tanto ansíabamos? Vamos a comprobarlo, convoquemos sin demora la Mesa de la Construcción Sostenible de Andalucía y empecemos a trabajar. No dejemos el anuncio nuevamente en palabras vacías, hablemos de compromisos reales, de medidas tangibles y realmente efectivas para “rescatar” al sector y con él a Andalucía. Dejémonos de bicicletas por ahora.


Acordemos entre todos las infraestructuras y equipamientos que, con criterios de eficiencia y sostenibilidad, generen inversión adicional, puestos de trabajo y sobre todo competitividad a la economía. No se trata de regresar a los excesos del pasado, sino de planificar con cabeza, reestudiar los proyectos existentes y  preparar planes de inversión a medio y largo plazo serios, coherentes y consensuados. Con sólo un 4% del valor de una obra pueden costearse estos planes que permitan reactivar la construcción cuando lleguen los manidos brotes verdes que empiezan a vislumbrarse. Y con menos dinero, podremos hacer más obras.


No es cierto que todo esté hecho en Andalucía. Obras hacen falta muchas, no sólo nuevas. Existen importantes deficiencias en la conservación de carreteras y hay que poner al día las infraestructuras de saneamiento y depuración que se han quedado obsoletas. Sin contar las 300 obras declaradas prioritarias para cumplir con el vertido cero en 2015, a menos de un año de agotarse el plazo y con sólo un 15% ejecutado. Hay apremiantes lagunas en comunicación viaria y ferroviaria, pregúntenle a los alcaldes de Andalucía y pregúntenle a los andaluces si no es necesario mantener nuestras carreteras y demás infraestructuras existentes.


Señora presidenta, convoque ya la mesa, pasemos a la acción y dejémonos de oratoria, este sector fundamental para el desarrollo de Andalucía no puede esperar, se está muriendo y necesita una apuesta valiente y ejemplarizante para el resto de España, avancemos en coche, tren o avión hacia la satisfacción de la creación de puestos de trabajo y de esta manera podremos pasear los domingos en bicicleta en una economía próspera y sostenible.

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