La tribuna de Viva Sevilla

La Ordenanza de veladores

Imponer a los vecinos de los veladores la obligación de soportar niveles sonoros ilegales que no les permiten ni leer, ni dormir, ni descansar es ilegal. El derecho a la intimidad se refiere a la libertad suprema de desarrollar la vida en el hogar. Ello no ocurre cuando el ruido de 20-40-100 person

Miembro de Juristas contra el Ruido, en nombre de Plataforma por el Derecho al Descanso, CAIS, Plataforma de Parques y Jardines y PEACRAM.

El dictamen del catedrático de Derecho Administrativo Jesús Jordano Fraga, referente a  la legalidad de la Ordenanza de Veladores de Sevilla, afirma la vulneración flagrante de Derecho por la misma.
La licencia de velador supone la ampliación y modificación sustancial de la licencia. La ley de Gestión Integrada de Calidad Ambiental (GICA), indica que los bares, restaurantes y negocios que poseen veladores están sometidos a Calificación Ambiental. 
La Calificación Ambiental es un procedimiento  (Ley de Protección de la Calidad Ambiental) que, en el caso de los veladores,  analiza las emisiones de ruido y la contaminación del aire y lumínica. Si no se pueden aplicar  medidas correctoras (restricción de horario, de veladores, pantallas acústicas, etcétera) para garantizar el respeto de los límites de calidad acústica, la Calificación Ambiental será desfavorable y no se podrá dar licencia.
La Ordenanza de Veladores infringe la ley al  no exigir Calificación Ambiental para otorgar licencias de veladores;  las licencias, sin Calificación Ambiental, serán nulas de pleno Derecho.
La Ordenanza también conculca el artículo 3 de la Ley del Ruido al ignorar que el velador es emisor acústico (¿serán las mesas fonoabsorbentes?) y al no cumplir su obligación de vigilancia y control.  Al permitir veladores en heladerías, freidurías, etcétera, infringe el Nomenclator.
La Ordenanza vulnera la ley de Gestión Integrada de Calidad Ambiental (GICA, artículo76,2) al permitir nuevas licencias de veladores en Zonas Acústicas Saturadas. Estas licencias serán nulas de pleno derecho (artículo 76, 2 GICA).    
La Ordenanza permite sin control sistemas de humectación susceptibles de transmitir la legionelosis a clientes y viandantes.  
Asociaciones de toda Sevilla y Ecologistas en Acción nos hemos unido para pedir a la Junta de Andalucía la impugnación de esta Ordenanza por vulneración de Derecho. Hemos acudido a Bruselas.
El ruido de veladores que llega a las viviendas se mide a metro y medio de la pared (Ley del Ruido). De noche no puede superar los 45 dBA. La conversación entre dos personas alcanza los 55dBA. Saquen sus conclusiones.
Imponer a los vecinos de los veladores la obligación de soportar niveles sonoros ilegales que no les permiten ni leer, ni dormir, ni descansar es ilegal. El derecho constitucional a la intimidad en el hogar se refiere a la libertad suprema de desarrollar la vida en plena libertad en el hogar. Ello no ocurre cuando el ruido de 20-40-100 personas llega a tu salón y a tu dormitorio. La salud y el sistema nervioso de los afectados se resiente. Problemas de insomnio, ansiedad, hormonales, cardíacos, tensión alta son habituales. El rendimiento laboral y escolar se ve afectado, las relaciones familiares se deterioran. Los afectados tampoco pueden vender o alquilar sus viviendas. Nadie quiere “algo contaminado”.
Ante el Defensor del Ciudadano y responsables del Ayuntamiento, el presidente de la Asociación de Hostelería se quejó de que unos niños jugando en el parque no lo habían dejado dormir la siesta. Esos niños hacen uso de día de un espacio público destinado al disfrute de todos; el dueño del velador utiliza el espacio público hasta altas horas para su lucro personal; y, a veces, sin licencia. 
El principio que rige el medioambiente es la prevención. Hay que actuar en origen evitando el daño. La sanción es el último recurso, por eso es Dirección General de  PREVENCION  y Calidad Ambiental de la Junta de Andalucía. 
La Ordenanza de Veladores de Sevilla no previene, sino que fomenta y permite el daño, para luego aplicar un sistema sancionador irrisorio, lento e ineficaz. 
Las asociaciones vecinales apoyamos a las empresas, dentro de los cauces de la legalidad y en el respeto a la vida de los demás y del medio ambiente. Damos las gracias a todas las que no se aprovechan y ejercen su actividad adecuadamente.

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