La Tribuna de Nertis

Merca... y Fiscalía

Han pasado ya algunas semanas de la sentencia de Mercasevilla...

Han pasado ya algunas semanas de la sentencia de Mercasevilla. Y una vez reposada, quiero expresar desde aquí mi enhorabuena a todas las personas absueltas, pero muy especialmente al magnífico trabajo de los compañeros que brillantemente han ejercido la defensa y de la juez que ha dictado una sentencia inapelable.

Conozco la causa porque fui durante varios años abogado en ella, que se inició en 2009. Mis clientes no tuvieron que sentarse en el banquillo porque el asunto se sobreseyó para ellos antes, aunque pasaron años de angustia totalmente injusta. La sentencia desgrana aquello que sabíamos y es que no cabía condenar por delito en tal procedimiento (no se ha dictado resolución arbitraria en derecho administrativo… dictada por quien tenía competencia, respetando las normas esenciales del procedimiento, sin que exista constancia, ni siquiera indirecta, de que haya sido adoptado con el fin de alcanzar fines distintos de los alegados o de un eludir un procedimiento…, dice por ejemplo)
Pero no he visto a nadie de quienes machacaron a esas personas hacer autocrítica seria. Ni mucho menos pedir perdón.  He leído excusas como que todo se produce por el traslado de una señora juez, cuando esa causa la instruyó ella de principio a fin y cambió de juzgado tras haber puesto fin a la misma (por cierto con algún auto procesalmente erróneo).

He visto algún medio diciendo que la absolución no es tan clara y que el proceso estaba más que justificado, en lugar de reflexionar sobre el mal uso que se da a los procesos penales cuando aún no hay sentencia ni condena alguna.

Pero sobre todo me parece inexplicable la actitud de la Fiscalía saliendo a declarar que no recurren por motivos procesales o justificando la acusación y la actuación en lugar de partir de que su función constitucional es la defensa de la legalidad y precisamente eso es la absolución de quienes son declarados inocentes. Ello enlaza además con actitudes cada vez más frecuentes en nuestras fiscalías que, bien sea por la complejidad de las causas, por la presión mediática o por justificar que se actúa, vienen tomando con reiteración el camino de acusar y pedir penas muy graves con tal de no exculpar a nadie, con lo cual nos encontramos con un camino muy peligroso porque ello se suma a un proceso penal que sólo exige indicios y no pruebas para sentar en el banquillo. Creo que los perjuicios son inmensos para muchas personas, y que alguien en el futuro habrá de responder personal y/o patrimonialmente. Pero desde aquí y aunque no sea muy popular quiero clamar por la Justicia con mayúsculas una vez más.

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