No puedo dejar de preguntarme qué persiguen quienes de forma tan brutal son capaces de asesinar a miles de personas y provocar tanto daño. Y es que no puede haber razón para destrozar las vidas y las historias de cientos y miles de familias.
Me refiero a los múltiples atentados terroristas que en los últimos días se han producido en diferentes lugares de Oriente Próximo, y que han provocado la desolación y la muerte de cientos de personas. Todos tenemos en la mente el doble atentado suicida que en la noche del sábado pasado acabó en Estambul con la vida de 38 personas (30 policías y 7 civiles) en el estadio del Besiktas tras finalizar un partido de fútbol, momento especialmente elegido por la gran cantidad de personas que convoca un evento de estas características.
Y no contentos con eso, en el otro extremo de ese campo de fútbol, tan sólo 45 segundos después, un suicida de Isis hizo estallar una bomba, provocando la muerte a otros 4 policías que pretendían detenerlo y a un civil.
Y ya para acabar, por si fuera poco, al menos 25personas fueron asesinadas también este domingo en un atentado terrorista en una iglesia copta en El Cairoen plena misa.
Y es que da la impresión de que existen dos mundos divididos por razones religiosas: los fanáticos y extremistas del Islam y los del resto de religiones. Hay quien acertadamente ha afirmado en medios de comunicación que estos extremistas islámicos, si son capaces de atentar y asesinar brutalmente a sus propios hermanos los musulmanes, qué no harán con los miembros de otras religiones como los cristianos.
Pero es que esta escalada terrorista no tendrá más remedio que provocar reacciones y consecuencias en el resto del mundo, especialmente en Europa y Norteamérica. Y es que en ninguna parte del mundo se está a salvo de esta barbarie. Que nadie piense que esto es un problema de los musulmanes, allí lejos, y que ellos mismos han de arreglarlo y solucionarlo. Antes al contrario, serán los países más avanzados los que tendrán que poner soluciones a esto en garantía de la paz mundial.
Cuestión distinta es qué líder nacional toma las riendas de todo esto y desarrolla todo un plan que lleve a la desaparición de toda esta sinrazón, y sobre todo, qué papel habrá de jugar en todo esto quien el día 20 de enero será nombrado Presidente de los Estados Unidos, porque no debe olvidarse que durante toda su campaña electoral no ha dejado de decir que enviará tropas a Oriente Próximo con el objeto de aniquilar a todos los terroristas. Miedo me da.
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