Cuando escribo estas breves líneas, reconozco que me causa cierta gracia, y a la vez preocupación, el uso que de esta palabra italiana hacen algunos de nuestros políticos de nueva cuña. Y no es por la mera utilización de esa palabra, sino por lo que a la postre significa. Con esa palabra, que no está recogida en nuestro Diccionario de la Real Academia de las Lenguas, y que significa “adelantar”, algunos de nuestros políticos más recientes tratan de “visibilizar” (que es otra palabra que oímos frecuentemente en los medios y que se utiliza para tratar de “hacer visible”, teatralizando una situación concreta con la finalidad, generalmente, de hacer una reivindicación pública, como ocurrió por ejemplo, cuando en la primera sesión solemne en el Congreso tras las elecciones del 20 de diciembre la diputada Carolina Bescansa de“Podemos” tomó posesión de su escaño sentándose con su bebé amamantándolo, haciendo visible así el ejemplo de conciliación familiar) el “adelantamiento” que ciertos partidos políticos están pretendiendo hacer a otros en resultados electorales, como si de una carrera se tratase. Ya nos duelen los oídos de escuchar que “Podemos”, Pablo Iglesias, hará un “sorpasso” al PSOE de Pedro Sánchez, y así lo indican las intenciones de voto. Y tanto es esto así que ha habido muchas personas que han afirmado públicamente que parece que el objetivo de “Podemos” no es tanto ganar las elecciones como hacer un sorpasso al PSOE, convirtiéndose así en la fuerza hegemónica de la izquierda española.
Y es esto lo que como ciudadano español me preocupa, pues veo con gran desazón que quien aspira a gobernar un país y a hacer frente a los problemas que existen, en lugar de trabajar en lo suyo con su programa y ofrecerlo para que el ciudadano libremente lo escoja, parece que no hace otra cosa que competir con otro u otros partidos de parecidos signos políticos para lograr ese tan “ansiado sorpasso”.
Parece como si fuera imposible que puedan coexistir ambas fuerzas políticas, “Podemos” y “PSOE”, sino que tiene que ser una u otra fuerza política la que gane por encima de la otra. Y lo que va a ocurrir, mucho me temo, es que nos encontremos en una situación muy parecida a la que vivimos en diciembre. Casi con toda probabilidad, no habrá mayoríasde ningún partido, y en esta situación no tendrán más remedio que -espero que lo hagan esta vez- se pongan de acuerdo y pacten para obtener la mayoría necesaria que les permita gobernar. Por ello, desde esta humilde tribuna, yo les diría a todos nuestros políticos, que no tengan como meta inmediata “sorpassar” al contrario, que por favor no nos tomen por tontos y dejen de tratarnos como marionetas, que no abusende nosotros que estamos cansados, y que se dediquen a hacer lo que tienen que hacer, es decir, “darse cuenta” de que tienen la gran responsabilidad de ponerse de acuerdo para poder llevar adelante un país y gobernar.
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