Ha sido una semana en que hemos vivido la primera investidura fallida de esta democracia. La impresión es que los nuevos políticos han acabado aportando muy poco. No hemos visto ideas ilusionantes. O contenidos de fondo. Más bien hemos presenciado uno de los debates más broncos en que lo que se ha usado con reiteración algo tan viejo como eso de y tú más… Sólo nos cabe pedir que dejen de atacarse y construyan de verdad.
Frente a ello y otras cosas he tenido la suerte en los últimos días de disfrutar del inmenso placer de la lectura. Desde ese novelón inmenso de mi amigo y compañero J. P. Cosano -La Fuente de Oro- sobre los años 30 en Jerez, las bodegas, los señoritos, los amores, que empieza a leerse y es imposible dejarla, hasta la prosa sencillamente deliciosa una vez más de Vargas Llosa en sus Cinco esquinas, arremetiendo esta vez contra la prensa del corazón que sin duda se lo debe estar haciendo pasar peor de lo que pensaba. La riqueza de ese lenguaje que maneja el peruano sencillamente te hace estar paladeando el idioma: calato, farra, cuevita, huachafito, pichula, hacer chucherías… Ahora empiezo la novela de Víctor Espuny (miembro de una familia a la que me honro en asesorar jurídicamente desde hace más de 30 años) Camino a Puerto Hermoso, que seguro me encantará. Y por medio releer, con motivo de la muerte de Harper Lee, Matar a un ruiseñor, en una edición regalada por un cliente tras haberlo sacado con éxito de la pesadilla que supone verse envuelto de forma absoluta y totalmente injusta en un proceso penal mediático.
Sólo puedo agradecerlo otra vez, desde esa profesión de abogado que tan bien representa Atticus Finch, que soy afortunado porque me gusta a pesar de sus muchos inconvenientes y respecto a la que he de aprovechar esta tribuna para agradecer a todos los que he tenido la enorme suerte de que compartieran conmigo esa aventura que supuso un nuevo despacho profesional en que hemos trabajado casi 13 años con el riesgo que significó atreverse a asumir toda una iniciativa como la que culminó en lo que -permítaseme decir sin falsa modestia- es uno de los mejores despachos de Andalucía y que sin duda va a seguir siéndolo gracias a los enormes profesionales que lo integran. Gracias a RZS por todo, pero ahora inicio una nueva andadura que me permito publicitar con un nuevo despacho que llamaremos Nertis (acrónimo de Salinero y Bautista), en el que actuaré como administrador y director en la que probablemente sea la última andanza de mi vida profesional. Solo espero que nos vaya bonito. ¡Deséennos suerte!
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