Leocadia Benavente
Parece que el tema del Convenio de Autoridad Portuaria con el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María sobre los terrenos de La Puntilla podría estar llegando a su fin. Dos años más tarde, tras la salida de pata de banco de aquellos que desde el Gobierno Municipal pidieron que la Autoridad Portuaria regalara los terrenos, y tras la amenaza de la Autoridad Portuaria de subastarlos con o sin ordenación, parece que las aguas han vuelto a su cauce. Los que antes veían un deseo de la Autoridad Portuaria de dar un pelotazo económico ahora dicen que el convenio va a ser “un revulsivo hotelero y económico y de vivienda”.
Hay una cosa clara, y es que los terrenos que antes se destinaban a las funciones propias de los puertos, de la pesca y de sus industrias accesorias, no pueden olvidar el carácter público de su origen. Pero eso no significa, como parece que ha entendido el equipo de gobierno que toda la vivienda que allí se construya sea de V.P.O.
Creo que los políticos difícilmente salen de planteamientos facilones, y se enfrentan con posturas previamente definidas a los problemas. Así, la izquierda demoniza la vivienda libre y santifica la V.P.O. sin más planteamientos. ¿De verdad necesita nuestra ciudad y es capaz de absorber 26.000 m² más de viviendas de V.P.O.?
El nuevo PGOU ya recoge mucho suelo para V.P.O. en los distintos desarrollos urbanísticos a los que se añadirían eso 26.000 m² más. El convenio tiene que ser bueno y atractivo para las dos administraciones, pero también para ese operador que adquiera los terrenos para construir el hotel y las viviendas.
Y construir V.P.O. no sólo no es rentable en estos tiempos, o si no que se lo digan a Suvipuerto, es que para el caso de que se vendieran todas las viviendas nunca se amortiguaría la inversión en millones de euros que hay que hacer en comprar los terrenos, urbanizarlos, hacer las cesiones al Ayuntamiento y construir el hotel. Si a los terrenos no se les dota de una importante cantidad de vivienda libre o como dice el PP, de “vivienda residencial atractiva”, difícilmente se va a conseguir quién esté dispuesto a hacer de motor de ese revulsivo económico.
Una cosa es respetar el estándar de la Ley y otra es anular la vivienda libre. Para dotar de carácter social a esos suelos, una postura intermedia podría ser establecer a cargo de quién adquiera los terrenos, además de la cesión de la Ciudad Deportiva, el arreglo de la misma antes de su cesión.
La Ciudad Deportiva está necesitada desde hace años de inversiones que los presupuestos municipales no se pueden permitir, por lo que el convenio podría establecer la obligación de ponerla en condiciones razonables antes de entregarla al Ayuntamiento. Todo ello, además de las cesiones que a favor del Ayuntamiento establece la ley, de jardines, de dotaciones, de viales, ...
Porque a día de hoy no hay demanda de V.P.O. pero si hay demanda de niños y jóvenes de tener un lugar donde practicar adecuadamente sus deportes.
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