La tribuna de El Puerto

La Parrilla de Concejales

Durante un tiempo, la Concejalía de Medioambiente fue denominada La Parrilla de Concejales, en referencia a que los que la dirigen solían salir quemados

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Leocadia Benavente

Durante un tiempo, la Concejalía de Medioambiente fue denominada La Parrilla de Concejales, en referencia a que los que la dirigen solían salir quemados y dimitidos. En realidad, no tendría por qué ser así ya que es una concejalía cuyas competencias están en manos de las contratas, grandes empresas con grandes gestores que en general pretenden agradar al concejal y al alcalde correspondiente para asegurar su continuidad y renovación correspondiente.

Desde luego, algo tendrá la concejalía cuando la mayoría de los concejales que intentar gobernarla huyen despavoridos, el último el concejal de I.U. Antonio Chacón. Es verdad que alguno dimitió por las cosas que allí vio. Otros porque se sintieron ninguneados, y puenteados. A los que aguantaban en seguida les llamaban “abducidos”.

La explicación de que los motivos son personales da para mucho. Lo de la dimisión yo nunca lo entendí; uno se compromete para cuatro años y debe aguantar y cambiar lo que haya que cambiar para que las cosas funcionen. Salvo motivos de salud, no debería haber excusas.

Se avecina ahora un nuevo pliego de la Concejalía de Medioambiente que va a dar seguro que hablar, el contrato de Playas y Pinares. Ya se dice que el nuevo contrato puede venir con un importante recorte económico, lo que podría traducirse en recortes de personal.

El contrato actual ha sido prorrogado hasta el 30 de junio, pésima fecha para tener problemas si tenemos en cuenta que estaremos en plena temporada de playa. Y con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina.

Un pliego con recortes económicos importantes puede ser imposible de aprobar con un equipo de gobierno en minoría y con un apoyo externo, el de Levantemos, que seguro va a poner como condición para apoyar el pliego el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Y con un P.P. que ya ha demostrado que no está para asumir problemas que considera de otros y no de ciudad. Gobernar un municipio a veces requiere cuadrar el círculo. Y eso es muy difícil. Desconozco si los motivos de la dimisión del concejal de medioambiente se debe a motivos de salud, a la contrariedad de sacar un contrato que la economía municipal obliga a recortar o a cualquier otro asunto, pero esta baja no deja de ser una mala noticia ya que en este momento lo que el Equipo de Gobierno tiene que hacer es que terminar el trabajo para presentarlo a la ciudadanía para su evaluación en las elecciones, y cualquier nuevo concejal necesita, por muy avispado que sea un tiempo para adaptarse y manejar el timón. Y si encima nos toca de los torpes… 

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