La tribuna de El Puerto

El complejo de David

Hagamos de nuestras virtudes nuestras piedras y usemos la fuerza de Goliat para catapultarlas como lo haría David con su honda

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Narra el Antiguo Testamento como David se enfrenta a los filisteos en el valle de Elah y vence al temido Goliat, gesta que lo encumbra como héroe ante su pueblo y posteriormente como rey de Jerusalén. De Goliat nos queda su desprecio al que reconoció como insignificante enemigo.

De David nos queda su audacia y su arrojo al enfrentarse a tan temible rival. Parece que la historia nos ha dejado patente qué roles tenían cada uno en esta, a priori, tan dispar disputa

¿Qué ocurre cuando intercambiamos los roles? ¿Qué pasa cuándo nos encontramos con un David con complejo de Goliat o un Goliat con complejo de David? ¿Se imaginan a un audaz que se cree invencible? O, lo que es peor: un gigante con un arrojo desmedido.

Este complejo seguramente será al que latentemente nos referimos cuando acudimos al refranero español y nos encontramos con la expresión “tiene más peligro que un mono con dos pistolas”. ¿Se imaginan? 

Salvando las diferencias -que las hay- algo parecido nos ocurre en nuestra querida ciudad. No sé si hoy, desde el consistorio, nos dirige un David con complejo de Goliat o un Goliat con complejo de David.

Pero lo que sí es verdad es que cual elefante en cacharrería, los que hoy diseñan el futuro de nuestra ciudad, los señores del bipartito antaño tripartito, llegaron a gobernar, no con la audacia de David, sino con el arrojo de este y la prepotencia o –dejémoslo ahí- inconsciencia de Goliat.

Se preguntarán por qué digo esto, pues muy sencillo: el bipartito PSOE/IU que hoy gobierna El Puerto llegó a la Casa Consistorial basando todas sus argumentos políticos en promesas rimbombantes que a día de hoy siguen sin cumplir.

¿Qué  fue de la reversión de Apemsa a propiedad pública cuando además ellos sabían que nunca dejó de serlo? ¿Qué fue del “No a los Parkings” cuando eran plenamente conscientes de la necesidad de los mismos y de la imposibilidad de no ejecutarlos? ¿Qué fue de la reagrupación de las empresas municipales?

Pues que sigue en proyecto, solo que, además ahora, están cerca de la bancarrota y si no me creen, pregunten ustedes a los trabajadores de estas entidades ¿Qué fue del pacto social, cuando ahora las familias que necesitan ayudas deben esperar más de cuatro meses para recibirlas una vez concedidas? ¿Qué fue del proyecto del Río, antaño tan perjudicial y hoy tan valorado?

Y así un sinfín de promesas electorales que vendieron cual Goliat con el arrojo de David pero que han quedado en el olvido… como olvida hoy nuestro alcalde su época de oposición férrea, rayando y puede que me quede corto, los límites de las formas que un representante de la corporación Municipal ha de guardar.

Hagamos de nuestras virtudes nuestras piedras y usemos la fuerza de Goliat para catapultarlas como lo haría David con su honda.

Dejémonos de complejos y promesas que al final no pueden con ningún gigante y además, hacen un flaco favor a las virtudes que un buen dirigente público ha de tener.

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