Esta semana nos informaban que desde Urbanismo se va a sancionar -así lo dice la Ordenanza Municipal- a una veintena de propietarios de fincas del centro por no cumplir con los requisitos urbanísticos en su inspección técnica. Eso es hacer cumplir la ley. Bien.
Pero también lo es secundar con el ejemplo y ser buen modelo a seguir, haciendo que los empresarios, los que pretenden abrir sus negocios, encuentren los parabienes y las facilidades mínimas para que la economía crezca.
Si las vicisitudes con las que se topan estos aburren y ahuyentan al más pintado, ni que decir tiene que lo que debe ser el lugar para que se asiente nuestro tejido empresarial debe estar en perfecto estado de revista y no en un recinto de innumerables deficiencias y un lúgubre espacio de socavones, suciedad, vacío y oscuridad.
Los polígonos de la ciudad sí que necesitan una inspección y unas mejoras para que sean un emplazamiento apetecible y que los emprendedores hallen el escenario idóneo en su asentamiento e instalación de su comercio.
Alargar los plazos administrativos - hasta un año en otorgar una licencia de apertura- no es el mejor síntoma que aventure un cambio positivo, tampoco lo es sancionar la dejadez de propietarios y visualizarlo, cuando es el propio Ayuntamiento el que no cumple y no hace por mantener los edificios públicos en su mejor estado. Cumplir con el ejemplo sería lo suyo.
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