La tribuna de El Puerto

Una vida social electrónica

Tras fallecer con más de noventa años, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman nos ha dejado numerosas frases que definen su pensamiento

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai

Tras fallecer con más de noventa años, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman nos ha dejado numerosas frases que definen su pensamiento. Una de ellas, “la vida social ya se ha transformado en una vida electrónica o cibervida”, mete el dedo en una llaga que nuestra sociedad no parece capaz de curar.

A pesar de su amplia presencia en Internet, Bauman siempre se mostró crítico con las redes sociales, a las que llegó a tildar de trampas capaces de adormecer con entretenimiento barato a la mente de las personas, haciéndoles incluso practicar un tipo de activismo “de sofá”, cuya eficacia parece cada vez más dudosa.

Bauman opinaba que la creciente irrupción de redes sociales tales como Facebook o Twitter, no representaría en realidad un instrumento tan revolucionario, sino que podrían estar convirtiéndose en el nuevo opio del pueblo. Además, aunque la principal vigilancia sea voluntaria y autoinfligida en las redes de Internet, sus características también están facilitando un mayor control social por parte de los más poderosos.

En el mundo real un individuo puede formar parte de una comunidad, en la cual su éxito para enfrentarte a las dificultades dependerá de sus habilidades sociales para interaccionar con los demás y dialogar.

Por el contrario, en el mundo virtual la red pertenece al individuo, el cual puede incluso transformar su identidad y controlar a la gente con las que se relaciona, añadiendo o borrando amigos.

Para esto no hacen falta demasiadas habilidades sociales, motivo por el cual las redes virtuales crean un apetecible sustituto de las comunidades tradicionales.

Por otro lado, la tendencia a evitar la controversia es una de las características más notorias de las redes sociales de Internet, pues las personas que se unen a ellas suelen ser tan afines en su manera de pensar y actuar, que a menudo anulan la posibilidad de establecer diálogos reales.

Así pues, las redes sociales se conforman como lugares en los cuales es mucho más importante para sus integrantes sentirse a gusto que desarrollarse como personas. Esta es la trampa a la que se refiere Bauman.

Afortunadamente las redes sociales virtuales están aún lejos de sustituir a las comunidades reales.
Pero el panorama no pinta bien, sobre todo cuando ya es corriente ver a personas que se sientan junto a otras absortas en sus dispositivos móviles y, lo que es más preocupante, hasta valiéndose de tales aparatos para relacionarse con la persona que se sienta en su misma mesa.

La vida electrónica a la cual se refiere Bauman, no es negativa por sí misma, el problema es dejarse llevar, como ocurre con todo en la vida. La educación es tan importante en el mundo virtual como en el real.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN