La comunicación, o la falta de ésta para ser más exacto, sigue siendo una, entre otras, deficiencia que presenta el actual Ayuntamiento. Decir, explicar, trasladar, reconocer o justificar continúa por más tiempo que trascurra en el Consistorio, un problema que se prolonga en el tiempo.
La eliminación de la subjefatura de Policía Local en el Centro Cívico supuso la reprobación de todos los vecinos y todas las asociaciones, no ya de los de las zonas más próximas, sino de toda la ciudad entera.
Una medida que un año después sigue sin encontrar el beneplácito de los que comienzan a echarla en falta, a tenor de las denuncias de los propios vecinos ante la manifiesta inseguridad y presencia, y de los que reclaman que el recinto cuente con un servicio que entienden como primordial para mantener, no solo el edificio a buen recaudo, sino también se convierta en un referente seguro y de auxilio ante cualquier inconveniente.
Sea como fuera, la falta de la Policía es un reclamo vecinal, que si bien se justificó la ineficacia de tener a agentes en lugar cerrado en vez de tenerlos patrullando por la ciudad, lo cierto es que ni una medida ni otra ha terminado por convencer a los que ven que hay otra solución posible.
La medida de suprimir la subjefatura meses después, no convence.
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