Han pasado varias semanas desde la ruptura del pacto y el consistorio parece estar en la misma situación de indefinición que cuando se anunció la salida por castigo de los concejales de Levantemos.
Las elecciones nacionales, queramos o no, condicionan la vida de los partidos a los resultados en las mismas y los problemas del día a día quedan suspendidos hasta retomar la normalidad.
Ante la salida de los concejales de Levantemos quedan varias posibles vías para resolver cómo queda el gobierno municipal. Puede que Levantemos apoye desde fuera del equipo de gobierno con acuerdos puntuales, ya que siempre será más fácil llegar a puntos de entendimiento con un gobierno PSOE-IU que con uno del PP. En este caso podrían condicionar mediante negociación temas que fueran de su interés.
Podría ocurrir que IU, o más bien sus bases, ante la ruptura con Levantemos decidiera abandonar el equipo de gobierno dejando solo al PSOE; en ese caso, el gobierno sería como en Jerez, donde 7 concejales del PSOE, Alcaldesa incluida, gobiernan un pleno de 27 concejales.
Podría ocurrir también que IU pudiera suavizar los desencuentros de los antiguos socios y se volviera a acordar un pacto.
Y pudiera ser que el PSOE harto de todo tirara la toalla y se fuera a la oposición dejando que gobernara el PP.
A veces, cuando unos padres castigan al hijo, el castigo es más para los padres, que ven fastidiados sus planes que para el hijo en sí. En este caso también, el castigo no es sólo para quien lo recibe que pierde nómina y capacidad de influencia, sino para el que lo decide, porque el trabajo, la tensión y la responsabilidad se acumulan en los que quedan.
Llevar un ayuntamiento como el de El Puerto es muy difícil. Hay muchísimas cosas nimias que quitan el tiempo que habría que dedicar a gobernar para mejorar la ciudad de todos. Hay también muchos intereses creados dentro y fuera, privilegios creados a lo largo de los años a los que no todo el mundo tiene la valentía de enfrentarse.
En la situación actual, creo que el equipo de gobierno actual debería reforzarse con un par de cargos de confianza que tapen las vías de agua que inevitablemente ha dejado la salida de cuatro concejales.
Pero que busquen gente profesional que de verdad aporten y no el típico pelota del partido al que se le da un carguito porque apoyó al candidato en un momento determinado.
La ley al menos, les da un respiro a los gobiernos en minoría, ya que a día de hoy, si los presupuestos municipales no consiguen aprobación en el pleno, éstos se pueden aprobar en Junta de Gobierno.
Esta barbaridad de aprobar por Junta de Gobierno lo que rechaza la mayoría del pleno, que va en contra de las matemáticas y de la democracia, se la puede agradecer nuestro equipo de gobierno a Mariano Rajoy que se sacó esta carta de la manga pensando que iba a ser capaz de aprobar aquella modificación electoral claramente beneficiosa para el PP, de hacer alcalde a la lista más votada aunque no tuviera mayoría absoluta. Muchos municipios ya lo han aplicado y si no se recompone el pacto, el nuestro será uno de ellos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
