Ayer se celebró en dos ocasiones un Pleno Extraordinario y Urgente para solicitar una subvención al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA) y poder sustituir el alumbrado público. Un tipo de ayuda parecida a la de los Parking, lo que viene siendo un préstamo reembolsable.
Dicho crédito supondría para la ciudad la renovación del alumbrado público, que, a su vez, conllevaría un ahorro energético importante.
Poniendo datos sobre la mesa, en la actualidad el coste anual de la energía eléctrica para las arcas municipales suponen 857 mil euros al año y, tras la inversión, se presupone que el coste se rebajaría hasta los 310 mil euros al año. Una operación bastante interesante.
El informe presentado, aunque sobre la bocina, propone una amortización anual de 398 mil euros al año (10%), sobre un crédito que se solicitaría de 4 millones de euros a devolver en 10 años con 12 meses de carencia. Por tanto, hablamos de un ahorro anual de casi 150 mil euros.
El Puerto gana con este tipo de gestiones. Es una magnífica operación desde el punto de vista medioambiental y, desde el punto de vista económico, un ahorro importante, máxime conociendo como se encuentra la hucha municipal.
No es un error cuando comenté al principio que el pleno se celebró en dos ocasiones.
A las ocho y media de la mañana, los proponentes, es decir el gobierno, no tenía el equipo al completo y, claro, cuando se hacen mal las cosas, hasta el punto de presentar sobre la campana la propuesta y sus informes, la oposición por mayoría puede tumbar la urgencia del punto. Como así ocurrió.
Una oposición cabreada, unos porque ganaron las elecciones y no los han dejado gobernar y otros porque habiendo cogido las mismas pancartas no recibieron su parte del botín de guerra. Así las cosas, mirando por sus ombligos, cada mochuelo a su olivo. Todos gruñendo y reflexionando en sus perfiles de redes sociales y en ruedas de prensa para sacar tajada política.
Que sí, que proponen y no se han levantado para ir al pleno, vale. También es cierto que cuando estaban en la oposición no querían plenos por la mañana porque, mientras los concejales de gobierno tenían dedicación exclusiva, los ahora gobernantes tenían sus trabajos fuera de la política, o eso decían.
Por supuesto, se admite que antes tampoco se repitió un pleno, sobre todo en menos de cuatro horas.
Pero, ¿y El Puerto? Los argumentos que se esgrimen son razonables, pero mejor hubiera sido sacar adelante la propuesta.
La oposición podría haber aprobado el punto y ponerse la medalla y tras hacerlo, si quieren, hasta podrían haber utilizado políticamente el asunto y luego llamar vagos e ineptos a los que gobiernan. Pero no, prefieren entrar en el fango de la batalla política, cuando se nublan las neuronas, sin valorar que quien puede perder la batalla otra vez es nuestra ciudad.
Mucho ruido en dos horas para luego ser aprobada la iniciativa. La moraleja, se aprobó la moción y para el recuerdo la anécdota, dejando al descubierto ¿la incompetencia?
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