Durante los últimos cuatro años, he sido socio colaborador y voluntario de la Asociación Protectora de Animales Luz y Luna. He limpiado cheniles, he paseado perros, he buscado adopciones y he colaborado en eventos para difundir la conciencia animalista y los valores solidarios que conlleva. Aunque algunos de los problemas – no todos - que ahora han puesto en la picota a dicha Asociación sean atribuibles a una deficiente gestión por parte de sus responsables actuales y pasados creo que no es justo olvidar la labor que durante más de seis años ha realizado en nuestra ciudad:
Sin recibir ningún tipo de ayuda oficial de nuestro ayuntamiento, Luz y Luna recogía a cuanto animal lo necesitaba, atendiendo para ello hasta las llamadas de la Policía Local que derivaba a los ciudadanos y ciudadanas a esta protectora por no haber en nuestra ciudad durante años y años servicio de atención a animales abandonados.
Gracias a su trabajo han sido cientos y cientos los animales cuidados durante años y años y los que han vuelto a encontrar un hogar. De eso y de la condiciones de vida y salud de dichos animales son cientos las familias que pueden dar testimonio.
Son numerosas las actividades en las que Luz y Luna ha colaborado con colectivos necesitados de la actividad terapéutica de los perros que se han preparado a tal fin. La Asociación Autismo Santa María entre otras puede dar fe de la colaboración efectuada.
Son también numerosas las actividades de denuncia, concienciación y fiesta pública en las que se ha colaborado con otras organizaciones protectoras y animalistas. Paseos perrunos, canifestaciones, romerías, etc.
Los animales allí atendidos han sido donantes de sangre cuando las clínicas veterinarias locales lo han solicitado para otros perros enfermos.
Hoy la Asociación Luz y Luna no pasa su mejor momento y algunas de las razones de la situación en la que se encuentra son achacables, como dije antes, a su propia gestión actual y pasada. Pero otras razones son arrastradas desde hace tiempo por la falta de ayuda oficial en su labor. Hoy es una nueva corporación al frente del Ayuntamiento con apenas dos meses de gestión pero con una vocación progresista y solidaria la que puede y debe ayudarles a seguir adelante con su labor. También se hace necesaria la ayuda del resto de los y las animalistas de la Bahía a través de sus asociaciones y del esfuerzo personal.
Es tiempo de cordura, de diálogo y de soluciones que garanticen en primer lugar la vida en condiciones dignas del centenar de animales salvados del abandono por Luz y Luna. Eso es lo principal: ninguna decisión oficial ni administrativa ni de la propia directiva de la asociación debe poner en peligro la integridad de los perros y gatos salvados de la calle. Pero tanto unos como otros deben facilitar que la propia protectora Luz y Luna pueda expresarse y siga adelante, eso sí, con un proyecto sostenible y racional que no vuelva a generar situaciones como la que hoy se vive. Trabajaremos por ello.
Juan Luis Rincón Ares.
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