La salita de Moy

Velaíta de Santa Ana, Triana

Cuando paso por el puente, Triana, contigo vida mía... Las coplas de un barrio mío que resuenan en la zapata, vibrando un río de plata y una torre de canela...

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Cuando paso por el puente, Triana, contigo vida mía... Las coplas de un barrio mío que resuenan en la zapata, vibrando un río de plata y una torre de canela. Son los días “señalaítos” de una vieja Triana que te atrapa si cruzas las barandas del Altozano y perfilas los patios de vecino de la Castilla alfarera. Pero no tengas miedo a que te conquiste, te aseguro que nunca te arrepentirás. Y sino pásate hoy por mi salita y palparás no en si la gracia, porque no ando sobrado de ella, pero sí la esencia de una collación que hasta en verano tiene compás.

Porque la Velá no es más que una enorme casa de la cultura hecha para que los trianeros reaviven sus llamas de amor hacia su barrio. Aquí todo tiene un significado exhaustivo y certero. Desde el juego de la cucaña, para que los niños sientan los latidos del Guadalquivir, pasando por las avellanas verdes que amargan los sinsabores de las familias castizas, que de condiciones obreras labran un provenir sin perder su identidad con las calles del arrabal. Hay casetas que guardan los secretos de Triana y una señera parroquia que es catedral de devociones hacia la que todo lo mueve, la Abuela Santa Ana.
Y aunque los tiempos que corren no son los más propicios para hablar de señuelos y bellas costumbres, ya que la juventud por momentos pisotea las huellas del pasado sin conocimiento de causa y por pura rebeldía, pero la Velá de Santiago y Santa Ana se mantiene firme en su idiosincrasia natal para demostrar a todo el mundo que pasado y presente aún pueden convivir.

De esta manera, con aires de pureza y sabores añejos, regresamos con Ondaluz Sevilla TV al corazón de Triana para propagar por toda Andalucía la esencia en estado puro de una fiesta centenaria. Allí volveremos a encontrarnos con la buena gente y la gracia de los sabios del lugar, con los geranios en los balcones y las charlas profundas del sentido de la vida en las barras de un bar. Porque Triana es una, que no independiente, sino única. Y así la volveremos a mostrar desde el próximo sábado y hasta el miércoles día 26, en esta ocasión desde el emblemático embarcadero del restaurante Abades Triana, al compás de una sevillana que marca el norte y es guía de Triana... Triana y olé.

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