La salita de Moy

Bendita sea la prensa cofrade por siempre

La historia pasa delante nuestra contra nuestra propia historia. Fernando Carrasco es nuestra mejor memoria...

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La historia pasa delante nuestra contra nuestra propia historia. Fernando Carrasco es nuestra mejor memoria. Porque en él todo pasa por delante con la ilusión de mejorar con el mañana. Él es esa cosa que tiene  que hoy ocurre. Una odisea que en este año  vuelve a convertirse en premio que enorgullezca a la ciudad que lo vio nacer.  Jesús Martín Cartaya es un fotógrafo de lo imposible. Pero es la magia del momento. De lo que ocurre y sólo un objetivo es capaz de refrendar cada Semana Santa. Porque es de los pocos capaces de expresar en una imagen a Dios vivo y a su Virgen María en el amor de Sevilla.

Sevilla necesita una globalización porque su Semana Santa entiende de múltiples razones y de múltiples oportunidades. Para qué mentir. Hoy es uno de esos días donde merece la pena decir lo que la ciudad siente. Hoy. Hoy es ese momento donde recordamos el pasado e invitamos a vivir  el presente. Para volver a soñar y siendo lo que siempre somos.  Es la prensa cofrade que hoy nos lleva a la añoranza, a la espera que se ve durante todo un año.

Porque si la mal llamada prensa morada hoy existe será porque hace falta. Porque la vida se cuenta en siete días y es necesario que al menos haya alguien que lo cuente. Así, el Consejo de Hermandades ha tenido a bien poner en pie los premios periodísticos, un reconocimiento que a la vez ponga en valor a dos genios que dieron forma al papel y a la foto en la prensa sevillana.

Porque sin ellos, no sin mi, esto no tendría trascendencia. Porque sin ellos, no sin mi, esto no rompería fronteras. Os invito a seguirlos. A ellos, a los que informan día a día en la prensa de nuestra ciudad. A los que machacan sus horas por engrandecer nuestras tradiciones.

Así sea, por ellos, por el siempre recordado Fernando Carrasco y por el sublime fotógrafo Jesús Martín Cartaya, luchemos por un derecho que la sociedad reclama. Así que felicidades Carlos Navarro Antolín y José Antonio Zamora por dos premios más que merecidos y, sobre todo, por darle realce a un sector castigado pero que al final todos necesitan. Comunicación, textos y fotos, nuestra bandera, nuestra más bendita espera de algo que se acerca y el que no lo entienda seguramente es porque no sabe donde vive.

Es esta la comunicación de un Consejo que quiere fortalecer los cimientos de las mil necesidades. Y sino, pues de nada habrá valido unos premios que al final lo que destacan es el engrandecimiento de una ciudad que ama a su Semana Santa.

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