Du yu espic inglis"?, esta frase nos la encontramos muy a menudo en este país turístico, y lo más curioso es la respuesta más habitual que damos..."sí, bueno,...yes, uhmm,...no,...un poco, yes, a 'litol', pero "slowly"", y nos quedamos con cierto temor a ver cuánto entendemos de la siguiente pregunta.
La verdad es que es un poco triste, por no decir vergonzoso o palabras no adecuadas a horario infantil, que tengamos una asignatura desde pequeños de idioma (en general inglés), obligatoria y que seamos tan incultos al respecto. Pues llega el verano, y es uno de los mejores momentos para descansar, que no significa no hacer nada, sino cambiar de actividad, y por tanto uno de los mejores momentos para mejorar en idiomas. Y como hay que predicar con el ejemplo, lo digo porque estoy haciendo un curso intensivo de inglés, yes, it's true.
Como buen curso, lo primero que me hicieron fue una prueba de nivel, en la que detectaban mis conocimientos reales (aparte de los que se pueden demostrar "titulíticamente"), y en la que yo también detecté mi nivel (correspondería en icono del whatsapp a un :( aproximadamente).
Durante el colegio mis padres me apuntaron a una academia de inglés, y durante dos años fue genial pero cuando empecé el tercero mi amor por los idiomas se apagó. Mis padres lo intentaron por todos los medios, pero no consiguieron que volviera a la academia, y ahora entiendo esa frase tan de madre “cuando seas mayor te vas a arrepentir”, ¡vaya si me arrepiento!, si no fuera porque nadie escarmienta en cabeza ajena este artículo sería muy recomendable para muchos hijos, pero la verdad es que sólo sirve de refuerzo a sus madres.
Pues cuando terminé mis estudios universitarios decidí retomar mi formación en idiomas, porque ya se sabe que "nunca es tarde si la dicha es buena" (Never too late to do well), aunque este refrán no sea el ideal para aprender idiomas, porque cuanto más tarde más cuesta, yo en ello estoy, y no sé si la dicha es buena, pero mi profesora sí que lo es; y desde aquí les animo a embarcarse en esta aventura, o si pueden, a viajar al extranjero, para que acaben agosto con la satisfacción de no haberlo dejado pasar en balde, y si encuentran a algún turista, sepan responderle no con frases hechas de colegio, sino recomendándoles visitar nuestra catedral, o explicándole lo que es un aceite de oliva virgen extra. Queridos lectores, podemos hablar inglés, sí, "Yes, we can".
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