Piscinas

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Llegó el verano, calor, sol, bronceadores, playa, sombrillas, espetos, piscinas… Con las altas temperaturas que estamos sufriendo estos días, donde mejor se está es en el agua, como dice la canción “los patitos, en el agua…”


Pero es en las piscinas donde cada verano mueren unos 40 menores ahogados. Suele suceder con mayor frecuencia en piscinas particulares, en solo un minuto, por un despiste, por quitarle la vista de encima, por dejarlos solos, por falta de valla en la piscina…  el menor puede caer al agua con trágicas consecuencias.


Este verano se están realizando campañas de concienciación en las piscinas, haciendo simulacros de ahogamientos y de cómo hay que reaccionar ante dicha situación. Los consejos que se dan para prevenir de estos trágicos sucesos, son no dejar a los menores solos en las piscinas, enseñarlos cuanto antes a nadar, vallar la piscina… Además, la atención en el filo de la piscina es importantísima, ya que los primeros minutos son vitales, y hay que intentar reanimar en el sitio. Hablo desde la experiencia cuando digo que es en un solo minuto cuando te puede cambiar la vida. Hace pocos días fue mi cumpleaños y al día siguiente mi segundo cumpleaños. Tengo dos, el primero cuando nací y el segundo cuando lo volví a hacer. Un 7 de julio me caí a la piscina por que intentaba coger una colchoneta, el día de antes había cumplido 3 años, y según me cuentan, porque yo solo lo recuerdo cuando tengo pesadillas, que todavía tengo, me saco mi padre “muerta”, fueron momentos de angustia, unos gritaban, lloraban, momentos de tensión de no saber que hacer, si correr hacia el hospital o intentar reanimarme allí. Pero con toda la tensión  y el miedo del momento, acertaron, me hicieron las maniobras de reanimación en el filo de la piscina, no saben cuántos segundos o minutos, para ellos eternos, hasta que por fin tosí  y respire, y me pudieron trasladar al hospital. Ya en el hospital, un médico le dijo a mi madre, que estaba llorando: “llora, pero llora de alegría que casi ninguna madre  como tú tiene la misma suerte”. Ese día, gracias a mis padres, a  Tomás, Victoria, Adriano, Juani, Luis y Pilar, volví a nacer. Ellos saben que siempre le estaré agradecida, pero también quería decírselo públicamente. Gracias.


Y este verano cuidado, precaución con los peques y las piscinas, que a la vuelta de vacaciones paso lista.

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