Terminó la mejor Semana Santa, para la hostelería y el comercio, en años. El tiempo ha respetado toda la semana. Hemos tenido, sol y buenas temperaturas, pudiendo disfrutar de terrazas, de playa, de procesiones, incluso algún heladito. Muchos han sido los que han decidido irse a la playa, la ocupación hotelera de la costa así lo afirma. Pero también, han sido una gran cantidad de ciudadanos y visitantes, los que han preferido quedarse y disfrutar de nuestra Semana Santa.
Las previsiones del sector hotelero eran de un 65 por ciento de ocupación desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, y sea superado ese porcentaje con el 90 por ciento de ocupación las noches del jueves, viernes y sábado.En los bares y restaurantes también han superado sus previsiones para esta semana. Las terrazas y salones llenos. Teníamos ganas de disfrutar de nuestra preciosa Semana Santa y del buen tiempo. Pero no todo son buenas noticias. Esta semana hemos tenido 6 muertos más que la Semana Santa del año pasado. Según la DGT, desde las tres de la tarde del viernes 11 de abril hasta la medianoche del lunes 21, se registraron 28 accidentes mortales, en los que han fallecido 35 personas y otras 18 han resultado heridas. Pese al repunte, todavía es el segundo dato más bajo desde 1962. Con el helicóptero de la Guardia civil todo se ve. Y se ven imágenes impactantes de algunos conductores. Hemos visto como algunos iban manejando el móvil, leyendo un libro, con una Tablet, comiendo, adelantamientos por la derecha y en línea continua, dándole el biberón a un bebe… Ahora que tenemos más información sobre los accidentes y, sus graves y/o mortales consecuencias, cometemos más distracciones y más imprudencias.
¿Deberían de aumentar las multas por distracciones? ¿Deberían de ser más severas las sanciones cuando se comete una imprudencia? ¿Cuánto mayor es el castigo, mejor nos comportamos? Y, lo mas importante, ¿están nuestras carreteras secundarias, autovías y autopistas preparadas para circular a ciertas velocidades? Recordemos que para todo aquel incapaz de dejar el móvil durante un tiempo, sabe que hay transporte público para el que quiera ir wasapeando, leyendo, comiendo o durmiendo. Cuando nos montamos en el coche, no debemos pensar solo en nosotros, tenemos que pensar que en la carretera no estamos solos, y que con nuestras imprudencias podemos destrozar la vida de otras personas. Respetemos las normas y a los demás, que vida solo hay una.
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