Con este sugestivo título la editorial Toro Mítico amplía su colección sobre educación para niños de la mano del escritor José Carlos Ruiz, que de esto sabe mucho y bien. Educar a niños felices y sanos emocionalmente es el objetivo de cualquier padre. Para conseguirlo se hace necesaria la formación de personas equilibradas. Y este libro, que también puede ser una guía o un manual de instrucciones, es capaz de llevar a los lectores a un nivel superior de compresión sobre las dificultades que nos vamos a encontrar por el camino, nos muestra no solo las herramientas necesarias para llevar a cabo de forma exitosa esta tarea, sino que nos traslada a las fuentes de los grandes pensadores de la historia en las que se basan. No se me ocurre mejor forma. Filosofía para ser felices.
Y para muestra un botón, dice el autor que para conseguir nuestro objetivo lo primero que hay que entender es qué es la felicidad. Complicada tarea, pero imprescindible. Que lo que entendemos por ser felices, o más lejos, por la felicidad de un niño, es como poco muy discutible en esta sociedad. Por eso en el libro se muestran modelos de actuación basados en el sentido común. (¡Oh, cielos, por fin!).
Recorriendo el pensamiento de los grandes filósofos de la historia e incluso de los superhéroes más importantes, el autor invita a aprender cómo educar a “personas equilibradas”, que sean capaces de desarrollar todo su potencial y vivir en el mundo actual siendo conscientes de su propia felicidad.
Aprender a entender y hacer entender qué hay más allá de los actos que se realizan, contar con un aparato crítico que les ayude a tomar decisiones por sí mismos en el día a día de manera correcta, saber cómo salir de su propia “zona de confort” sin que eso suponga perder su propia autonomía… No se me ocurre mejor tarea para cada uno de nosotros, y por supuesto, para transmitir a nuestros hijos.
Decía Benjamin Franklin que la felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Abrir “De Platón a Batmán” y encontrar fórmulas para allanar el arduo camino de la vida a nuestros hijos, es una pequeña cosa pero un gran golpe de suerte.
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