Ustedes creen en las casualidades? Servidora no. Con los años me he dado cuenta que todo sucede por un motivo, y que hay hechos en la vida que ocurren justo cuando tienen que ocurrir. Y a la soberbia que dan los años, le viene muy bien de vez en cuando un soplo en los ojos para cambiar el rumbo de la mirada.
Creemos los que estamos en esto que llaman la industria cultural que todo está inventado, y muchas veces miramos con despectiva benevolencia a nuevos proyectos que vienen de la mano de jóvenes, pensando que la falta de madurez pone pies de barro a las nuevas ideas. Nada más lejano de la realidad. O por lo menos eso es lo que me ocurrió a mí, la tarde que después de una charla más que deliciosa con unos amigos de la Hermandad de la Sed, una chica joven, Ana Romero, se ofreció amablemente a llevarme a casa. Por el camino surgió el tema recurrente de la ciudad y la literatura, y con mucha timidez (y a petición, casi ruego de servidora) me contó el proyecto que llevaba a cabo esta joven arquitecta, junto a un pequeño equipo. Ya el nombre me entusiasmó: “SVQ de vueltas”. Me contó que este proyecto había nacido de la inquietud que tenían por hacer mostrar a esta ciudad más allá del tópico, de la imagen bonita, de la fotografía, y que habían elaborado una nueva metodología de aprender sobre nuestra historia, la literatura, música, pintura… Mediante una vuelta a través de nuestra ciudad, como escenario, conociendo la vida y obras de los personajes relevantes de Sevilla o que han influido en ella. Organizando recorridos para niños con adultos o sin ellos, haciendo lo que haría cualquier sevillano enamorado de su ciudad: “dar una vuelta”, de ahí su nombre, pero de la mano de Cervantes, de Cernuda, de Cristóbal Colón... La mejor Sevilla de la mano de los mejores hombres y con la lectura como referencia. No me extraña el éxito que ya están teniendo y el que les auguro.
Ya lo dijo Ignacio Camacho, la ciudad es un libro que se lee con los pies. Y los chicos de SVQ de vueltas lo han visto así, por eso les invito a que se dejen tomar de su mano y lean cada rincón de esta ciudad que todos creemos conocer, pero que esconde entre las páginas de su belleza los mejores misterios aún.
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