La escritura perpetua

Muerte hermosa

'Sueño’ es una perturbadora, durísima, desafiante y, al final, llena de esperanza, reflexión sobre la muerte

'Sueño’ es una perturbadora, durísima, desafiante y, al final, llena de esperanza, reflexión sobre la muerte. La obra está protagonizada por una fascinante Nathalie Poza, y está escrita y dirigida por Andrés Lima, que se ha inspirado en “Sueño de una noche de verano”, de Shakespeare, para poner en pie esta pieza, oscura y luminosa a la vez, sobre el dolor por la muerte del padre. “Sueño” es un desafío, que mezcla la dimensión dramática de Shakespeare con el vaso de whisky lleno de hielo y poesía amarga de Bukowsky. Un espectáculo estratosférico.

El protagonista está en una residencia de ancianos viviendo una triste monotonía de días idénticos uno de otro, simplemente en espera de la muerte. La misma película cada noche, la misma soledad, idéntico aburrimiento. “¿Cómo ha pasado tan rápido el tiempo?”, se pregunta el protagonista, un anciano que de vez en cuando recibe la visita en el asilo de Nathalie Poza, que traslada al espectador las sensaciones de Andrés Lima ante la muerte de su padre. El hombre, en un momento determinado, decide mezclar su severa medicación con vasos de ron, para que su larga agonía se llene mentalmente de rock and roll, de sueños con mujeres, y de olor a ropa íntima femenina.

Al viejo, en sus delirios, se le aparecen las que han sido las mujeres de su vida. “Toda mi vida deseé vivir, deseé disfrutar, amar, tocar, fumar, deseé que me explotara el cuerpo y la cabeza de belleza, de comer, chupar, pintar, saltar y gritar…”, dirá el anciano en su delirio. La vejez. El deterioro físico. El paso de los años. El hombre se escapa un día de la residencia y se va a un hotel. Se cae. No puede levantarse. Su hija irá a recogerlo. Y, después, la prolongada agonía. Esa terrible resistencia del cuerpo a morir, a liberarse. Su hija le anima a abandonar por fin este mundo mientras le acaricia suavemente, cariñosamente, la frente, susurrándole palabras cariñosas.

Y el hombre, finalmente, muere. Pero lo que viene después de la muerte, sorprendentemente, es sensacional. Una gran fiesta. Y si una de las invitadas es Nathalie Poza, más fiesta aún. Al terminar la función sobrevolaba la impresión de que muchos espectadores salieron del teatro con ciertas ganas de morirse inmediatamente, si lo que espera después de la muerte es lo que nos propone Andrés Lima en este provocador y colosal ‘Sueño’.  n

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