La escritura perpetua

El sorpasso

Y el PSOE se ve en la necesidad -y en la obligación- de marcar diferencias políticas, y que se visualicen por la sociedad, respecto a los populares

El PSOE lucha contra las encuestas en la recta final de la campaña electoral. Pedro Sánchez lo ha dicho en un arrebato de júbilo, tal vez en un intento de autoconvencimiento: “Iré al Congreso del Partido Socialista siendo presidente del Gobierno”. Pero los sondeos arrojan datos preocupantes para su formación política. El PSOE no ha podido rentabilizar su intento de formar Gobierno, su durísimo trabajo después del 20-D para evitar la repetición de las elecciones. Evidentemente no podía apoyar la investidura de Rajoy: por cuestiones ideológicas y estratégicas. El PP, entre otras cosas, es el partido que puso en marcha la reforma laboral, muy criticada por los socialistas. Y el PSOE se ve en la necesidad -y en la obligación- de marcar diferencias políticas, y que se visualicen por la sociedad, respecto a los populares. Julio Anguita, el ideólogo del ‘sorpasso’ desde finales de los 80, ha repetido insistentemente que el PP y el PSOE son iguales.
El PSOE, en Madrid, ha cometido errores políticos importantes durante los últimos años, en los que los acontecimientos se han desarrollado en España a ritmo de vértigo. Uno de los principales consistió en no acertar a leer adecuadamente en su momento la importancia sideral del 15-M. España, y me lo decía hace poco el actor Willy Toledo, entró en lo que se puede considerar un periodo prerrevolucionario. La acampada en la Puerta del Sol, la toma de las calles en manifestaciones, los ‘escraches’, los violentos enfrentamientos con los antidisturbios, los cercos a Las Cortes. La calle hervía bajo una crisis económica feroz y los socialistas se bunckerizaron en sus sedes o en los parlamentos. En el PSOE discutían sobre si Carme Chacón sería mejor secretaria general que Rubalcaba, mientras en las aceras ardían contenedores con la dignidad y el futuro roto de muchas personas dentro. El PSOE, en definitiva, no supo interpretar la realidad. Ha pagado por ello un coste político altísimo.
El próximo domingo habrá elecciones generales y el Partido Socialista ya no jugará a ganar el campeonato, como hacía históricamente. Ahora pelea por un puesto en la Champions, aunque los datos demoscópicos apuntan a que lo máximo que conseguirá será una posición de Europa League. Pedro Ruiz lo decía hace muchos años en un programa televisivo en referencia a Felipe González: “¿Pero hubo alguna vez diez millones de votos?”.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN