Resulta curioso y en ocasiones apasionante presenciar conversaciones y charlas de grupos en las terrazas de las cafeterías y bares , en las que con nada que observemos , descubriremos que casi nadie es quien dice ser , que hay mucha estafa e impostura, mientras desnuda y despelleja a todo el que se el que se le ponga por delante.
Sus vidas son pura parodia y una pantomima, en las que nadie escucha a nadie ni tan siquiera a esa voz interior que llevamos dentro y que raras veces nos engaña .Todos lanzan sus monólogos insoportables que no son sino una loa a ellos mismos.
A la hora de aprender, vamos de maestros de todo y pontificamos y dogmatizamos sobre lo que no tenemos ni idea, cuando tenemos y ejercemos como verdaderos chapuzas. Especialistas en colocar etiquetas a todo el mundo a primer golpe de vista.
Entre el entrar y el salir, el jugar y el comprar, los motores del avance o los retrocesos de las miradas nostálgicas, nos embobamos con el cielo o tropezamos con el suelo. En ocasiones fracasamos y no nos acostumbramos a alcanzar el éxito con naturalidad mientras que avanzamos hacia un futuro que nos sorprende y apasiona.
Ya hay aplicaciones en internet para todo, para cualquier acción y reacción, no hay lugar a lo inesperado. Solo basta descargársela y nos dará todo tipo de posibilidades para resolver cualquier problema. Entre ensoñaciones y espejismos, vamos viendo con bastante claridad como si poseyéramos un don para alumbrar el mundo.
Si queremos que la vida nos sorprenda con gratas noticias, hemos de trabajar duro, saber resolver los enigmas y descubrir cuáles son las mejores maneras para alumbrar las zonas oscuras. Aprender a afrontar las cosas como son y aceptar los propios sentimientos y emociones para evitar males mayores.
Entre parodias y pantomimas de ilustres ignorantes y sabios sencillos, hay gente que se entrena en ser portavoces de noticias falsas o ser engranajes de cadenas de montajes que no se saben ni cuando empiezan ni cuando finalizan. Y mientras vamos reivindicando el valor estratégico de la cultura para defender utopías.
Nos asombramos porque hay quienes hacen justo lo contrario de lo que predican, ya que mientras hablan de unidad y cohesión mantienen vivo el conflicto y el cisma , hablan de lo fácil que resulta aquello que es tremendamente dificultoso , presumimos de fastidiar a los demás con nuestra cerrazón cuando realmente solo nos estamos perjudicándonos a nosotros.
Resulta paradójico y contradictorio que provoquemos debates que van a terminar sin solución, sorteos que no tienen premios, medidas imposibles de aplicar, solidaridades que son enfrentamientos, evidencias que resultan ser videncias.
Hay cifras y datos que solo sirven para ocultar verdades y justificar medidas que nunca debieron tomarse, éxitos que son la cara de los mayores fracasos y precariedades que esconden discursos de una creación de puestos de trabajo que es una gran falsedad.
Nuestro panorama está repleto de parodias de la realidad y pantomimas de personajes y situaciones que devalúan nuestra realidad y entre fusiones disfunciones, fluencias e influencias, cúpulas y bases, salidas y destinos, árbitros y arbitrarios, diestros y siniestros vamos buscando que no se nos pase el tiempo ni dejemos de encontrar el espacio ideal, y al final damos con la diana y encontramos el liderazgo necesario para conseguir nuestro objetivo.
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