Confieso que a este junta palabras que semanalmente se asoma a la vida y la calle de esta columna, al igual que a cualquier ser de los que pueblan este globo terráqueo lo que le gusta es ganar. Incluso a las canicas en los entrenamientos.
No le sirve de consuelo ni quedar el segundo del que nadie después de la competición se acuerda como decía el pasado fin de semana Cholo Simeone ni que le reconozcan educadamente que lo ha hecho muy bien. Creo que como a todos lo que me gusta es convencer y vencer. No andarme por las ramas e ir directamente al grano para que con un lenguaje claro, sencillo y directo todo el mundo se entere de lo que les digo.
El título de este artículo he de confesar que me lo dio la Presidenta de la Junta y Secretaria General de los socialistas andaluces, mi buena amiga Susana Díaz en el acto de presentación de la candidatura de Pedro Sánchez en la localidad madrileña de Móstoles.
También me sirvieron de inspiración las distintas películas que desde principios de los años setenta y con parecida o distinta temática han tenido como título el “Nacidos para ganar” y he de confesar que a todas les encontré algo singular y distinto.
Pero volviendo a la referencia que hacía la líder andaluza, estamos en una situación en la que por encima de ser el momento de los socialistas o de cualquier otro partido es la hora de España, y eso supone que este país tras cuatro años de gobierno del PP, que no se nos pueden olvidar ni ocultar por los últimos cuatro meses, el pueblo español necesita dar un SI por el cambio.
Se ha demostrado que en estos 137 años de historia del PSOE, con sus aciertos y errores, su proyecto ha sido España, manteniendo las mismas siglas, en tanto que el objetivo del actual Presidente en funciones del gobierno de España parece ser el propio Rajoy.
Susana Díaz cuando afirmó de que los socialistas habían nacido para ganar, no era un gesto de petulancia o suficiencia, sino el compromiso de hacer protagonista, una vez más, al pueblo soberano, y que si este dice que SÏ al cambio que propicia Pedro Sánchez, tendremos un gobierno dialogante y limpio en una semana.
Y frente a la retórica y las palabras altisonantes y vacías, la lucha contra la pobreza infantil, uno de los gravísimos problemas que estamos padeciendo, además de poner en marcha el Ingreso Mínimo Vital, la cotización de la Seguridad social que cuidan de familiares dependientes o la creación de un parque de viviendas sociales que en su inmensa mayoría ya están construidas.
Este país no necesita hablar de sillones sino de soluciones y para ello los españoles no podemos ver nuestro futuro como una amenaza sino con esperanza. No queremos más recortes sino más resortes y oportunidades. Necesitamos menos gestos y postureos y más compromisos y realidades.
Necesitamos que quienes produjeron en las cuatro últimas décadas los cambios más importantes y beneficiosos que hubo en este país, vuelvan a tener la confianza y el apoyo de la mayoría social y eso no son otros que los socialistas.
Nacidos para ganar pero no por un interés personal de que Pedro Sánchez sea Presidente del Gobierno de España, sino para que los españoles crezcan y progresen. Para que construyamos un proyecto de país no sobre populismos o recortes de presupuestos y derechos, sino sobre la profundización de la democracia, el conocimiento y una recuperación justa.
Un país en el que eje principal sea la igualdad y en la que se realice una reforma constitucional para mejorar la convivencia y construir un futuro mejor para todos y entre todos.
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