Todo tiene su principio y su final y según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, el otoño de este 2015 comenzará el miércoles 23 de Septiembre a las10 horas y 21 minutos y durará 89 días 20 horas, por lo que terminará el 22 de Diciembre con el comienzo del invierno y los niños de San Ildefonso cantando los premios de la Lotería de navidad.
Pero entre decirle adiós oficialmente al verano y darle la bienvenida al otoño, estamos en una época, en la que no se acaba de ir el calor ni entrar el fresquito, es lo que muchos han bautizado como el veroño. Es esa manifestación en la que por las mañanas da la impresión que el sol se empeñara en continuar acariciándonos, mientras que por la noche nos aproximamos más a la nevera.
Al margen de lo meteorológico son otras muchas cuestiones las que marcan que acabamos de abrir la puerta de una de las estaciones del año, la que siempre nos ha recordado a la caída de la hoja, la bajada de las temperaturas y el acortamiento de los días, aunque entre pitos y flautas y con el cambio climático estamos más liados que un trompo y no sabemos muy bien cómo va esto.
Eso sí mientras nosotros, en el hemisferio norte nos prepararemos para el otoño con todas sus consecuencias, nuestros hermanos del norte esperaran impacientes para recibir la primavera y en ambos casos podremos escuchar y recrearnos con los respectivos fragmentos de las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi.
En este veroño, ha comenzado el Curso en todos sus niveles, primaria, secundaria y universitaria, con la polémica aplicación de la LOMCE y menos posibilidades para quienes finalicen sus estudios y para encontrar trabajo, de tal manera que hay muchos jóvenes que han tenido que seguir el camino de la emigración para trabajar de lo que sea.
También se ha reiniciado la actividad política, aunque a decir verdad no podemos afirmar que se haya interrumpido durante el verano, ya que entre la discusión de los Presupuestos Generales del Estado la constitución de muchos gobiernos autonómicos y de los ayuntamientos que en estas fechas cumplen sus primeros cien días, la verdad es que descanso, poco, por no decir ninguno.
Pero en la escena política, si hay algo que ha marcado este veroño, son dos convocatorias Electorales. Las autonómicas catalanas que se celebrarán el próximo día 27 para elegir un nuevo Parlamento de Cataluña, del que salga un nuevo gobierno que plantee un programa político de nuestros compatriotas catalanes, y del que en honor a la verdad no sabemos nada.
Vemos una confrontación entre una plataforma que defiende la independencia y que el iluminado Artur Mas, con corte de mangas incluido, en el colmo de los despropósitos, ya ha recibido tarjeta roja de todos, líderes europeos y mundiales y del poder financiero y económico, pero que los partidarios de la secesión en una actitud cerril están empeñados en declararse Estado, aunque sea la ruina total caiga quien caiga.
Mientras el gobierno del señor Rajoy, se comporta como si no pasara nada, y deja pasar el tiempo sin mover un dedo, en la seguridad que los problemas se resuelven solos, y se prepara para que el fracaso en las Elecciones Generales sea lo más contenido posible y puedan volver a gobernar de nuevo con el apoyo de Ciudadanos y alguna fuerza minoritaria,
De todas maneras, creo que este veroño va ser sorpresivo y este otoño promete ser caliente y tal vez estemos apuntando mal sobre la situación de los problemas, con lo que difícilmente podremos aplicar el tratamiento sino hacemos un diagnóstico adecuado.
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