Curioso Empedernido

El imperio del rumor

De forma mezquina y despiadada entre los recursos más utilizados y más miserables dentro del circo del rumor, entre trompetas y violines ha sido el de la contaminación, haciendo correr un bulo o inventando historias inexistentes sobre un adversario

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Hay expertos que opinan que  nuestro país, España, es uno de los imperios del rumor, de esas noticias no confirmadas que circulan entre la gente y que terminan convirtiéndose en ideas, éstas en actitudes y de ahí a que se hagan  ley en el seno de nuestra sociedad mediática y dominada por las redes sociales y la información,  hay un, corto y en ocasiones injusto y cruel paso.

El rumor  es una de las estrategias más tendenciosas y  antiéticas, más inmorales y que invaden  todos los campos sociales, haciendo sus particulares estragos en la política, en la que en multitud de ocasiones hemos asistido a como mediante la manipulación, la intoxicación y la propaganda adecuadamente manejada han terminado en poco tiempo con una impecable carrera pública de muchos años.

Cuantas veces no hemos sido testigos de achicharrar a alguien con aspiraciones haciéndolas que las conozca el mundo y la humanidad, con lo que todas las escopetas han apuntado al objetivo y todas las moscas se le han pegado al cristal, terminando con sus legítimas  expectativas.

De forma mezquina  y despiadada entre los recursos más utilizados y más miserables dentro del circo del rumor, entre trompetas y violines ha sido el de la contaminación, haciendo correr un bulo o inventando historias inexistentes sobre un adversario y atribuyéndoles hechos poco deseables.

Hay quienes son verdaderos maestros de la rumorología y expertos en esparcir cualquier acción deplorable de otro, por muy increíble que sea, utilizando desde el graffiti hasta las redes sociales, aunque en la mayoría de las ocasiones sin la valentía necesaria para dar la cara o empleando  una falsa identidad para intoxicar aún más.

En nuestro país nadie se libra de ese virus contagioso y contaminante, que es alimentado desde determinados programas basura. Desde el campo del espectáculo hasta el político, pasando por el empresarial o el científico. Incluso hay personajes que sustentan toda su vida en alimentar el rumor.

Como toda cuestión negativa, tiene también su parte positiva, y es que ocasiones cohesionan y dan sentido de pertenencia a un grupo , por ejemplo aquellos que afectan a los trabajadores de una empresa y que más veces de las deseables terminan siendo verdad, como una política de regulación de empleos o despidos.

También sirven para todo lo contrario o sea para establecer la diferenciación social o lo que es lo mismo la socialización negativa, ya que hacen referencias con frecuencia a grupos con los que no se tiene ningún sentido  de pertenencia.

Una de las peores estrategias es cuando nos quieren colar con todos los visos de verosimilitud, una explicación sobre lo que sucede o puede ocurrir que no se la traga ni el más ingenuo, por simplista y falsa y por carecer de base documental y datos que lo demuestren.

Desde la formación, el análisis y el rigor hemos de desmontar por decencia y salud mental, esa fábrica de falsedades y montajes que crean personajes que no tienen ninguna credibilidad ni nos merecen ninguna confianza. Son como diría Serrat en una de sus canciones “los macarras de la moral”

Comprar o dar créditos a rumores es una de las formas de corrupción más peligrosas para la  salud democrática de una sociedad. Tomar conciencia de esto no es suficiente, y hemos de ser valientes  y no dejarnos llevar de estas mareas del todo vale, en la que todo se confunde con la malsana intención de vender  y el objetivo de que terminemos no diferenciando lo falso de auténtico y la realidad de lo virtual.

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