Cada 25 de Noviembre alzamos nuestro grito de reivindicación, rechazo y repulsa contra la Violencia de género. Esta fecha que fue declarada como tal por la asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999 y tiene que seguir siendo una cita para continuar reclamando una tolerancia cero de la sociedad ante este tipo de terrorismo.
Hace una década, cuando se aprobaba por iniciativa del gobierno socialista de Zapatero La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, una de las normas más avanzadas de la Unión Europea, creíamos, algunos hombres y muchas mujeres, que habíamos llegado a resolver el problema de la lucha contra el machismo o que al menos que lo logrado no tenía marcha atrás.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad, los avances logrados tras muchos años de lucha se están desmoronando y estamos asistiendo entre el recorte presupuestario y la falta de sensibilidad del gobierno del PP a una regresión en las políticas de igualdad, afectando seriamente a la batalla que libramos contra la violencia de género.
En demasiadas ocasiones pensábamos que estábamos en el camino de que podíamos acabar con esta violencia, pero frente a siete años de avances llevamos tres de retroceso que están haciendo mucho daño y que se ven reflejados en un continuo descenso en las cantidades dedicadas a este fin en los Presupuestos Generales del Estado.
No estamos ante el problema de un colectivo sino ante una política que nos implica al conjunto de la sociedad, no entender eso, además de hacer gala de una gravísima torpeza es ignorar la dureza de las cifras, así en los últimos diez años han sido asesinadas más de 700 mujeres, mientras que en los 51 años de crímenes de ETA fueron asesinadas según la Fundación Víctimas del Terrorismo un total de 857 personas.
Pero además en la última década han sido 1.000.000 las denuncias presentadas y 264.000 los maltratadores condenados, y desde el actual Gobierno del PP solo se ha hecho una cosa, recortar, recortar y recortar. Sin ir más lejos la reducción en esta materia es de alrededor del 30% y créanme que se nota, ya que esto supone menos atención, menos sensibilización, menos prevención y más mujeres que no pueden salir de la espiral de violencia.
España en este campo como en muchos otros ha pasado de ser uno de los países más avanzados en la Unión Europea y en el mundo desarrollado a situarnos en el furgón de cola, no solo por la dotación presupuestaria sino por una concepción que no solo es conservadora sino reaccionaria y retrograda.
En estos tres años de gobierno del PP, nos hemos encontrado con auténticas barbaridades, que se han evidenciado en el desmantelamiento de muchos centros de atención a víctimas que han visto reducida su labor al no tener fondos o que directamente han desaparecido al carecer de presupuesto.
Desde aquella campaña de la tarjeta roja que impulsó el gobierno Zapatero, no hemos visto ni una sola campaña de sensibilización hacia las mujeres salvo algunos atisbos mal planteados y peor realizados.
Deberían enterarse que la lucha contra la violencia de género, si realmente queremos que sea eficaz, tiene un carácter integral y la derecha en el gobierno ha hecho mucho daño con algunas medidas que ha puesto en marcha como la nueva Ley Educativa del señor Wert o la desaparición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía o la insistencia de querernos colar una reforma de la Ley del aborto.
Obras son amores y no buenas razones, el gobierno del señor Rajoy no solo ha de espabilarse sino dotar estas políticas de un presupuesto apropiado y suficiente, que vuelva a coordinar a las administraciones, que anule la reforma local y vuelva a educar en igualdad. Lo demás es propaganda barata y peligrosa.
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