He de reconocer que el flamenco, desde que la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad, hace ya cuatro años, está de moda, aunque también he de manifestar que muchos son los que hablan y se acercan a él y pocos los que se comprometen y trabajan desinteresadamente por el mismo. Y es que dice el refrán del dicho al hecho hay mucho trecho.
En este gran arte hay de todo como en la vida misma, hay un abismo entre los auténticos y los engañifas .El pasado fin de semana fui testigo de excepción en la ciudad de Morón de uno de esos momentos que a uno se le hinchan las tres aes, la de amante del arte, la de aficionado al cante y la de algecireño sin ser chovinista ni localista fundamentalista.
La Sociedad del Cante Grande de Algeciras, una vez más demostró su categoría y su señorío; la que le dan sus más de cuatro décadas de existencia y su prestigio en el mundo del flamenco en nuestra Comunidad Autónoma. Hizo entrega al pueblo de Morón de una copia digitalizada de parte de su fondo documental hasta un total de 3.100 GBS, vamos toda una vida escuchando a los maestros de este arte tan genuino y nuestro.
Lo que no deja de ser un gesto más de la generosidad de los grandes, es la lógica correspondencia de una de las líneas de trabajo que lleva esta entidad de la mano de su Presidente Pepe Vargas que es la preservación del trabajo único y excepcional de muchos de nuestros artistas que de otra manera se perdería.
No es tarea de un día sino de mucho tiempo que ha impulsado y consolidado la actual directiva de esta entidad, que lleva trabajando con seriedad y rigor, con gente como el propio Pepe Vargas, Paco Martín Hurtado, el desaparecido Antonio Rubio o ese lujo de persona y sabio del arte del compás que es Luis Soler, gente cabal donde las haya, que se han esforzado por recoger en documentos fonográficos y videográficos momentos irrepetibles de la historia del flamenco.
La magia y el milagro se produjeron el pasado sábado día 15 en Morón, en la que el presidente de la Sociedad del Cante Grande, Pepe Vargas, ponía en marcha una iniciativa novedosa y es donar una copia digitalizada realizada por José Manuel Rodríguez Segovia, nuestro entrañable “Foti”, de parte de un riquísimo patrimonio documental al pueblo de Morón por lo mucho que significa en el flamenco, firmando el acta y entregando el soporte al alcalde esta ciudad, el socialista Juan Manuel Rodríguez, que está demostrando una gran sensibilidad hacia una de nuestras grandes señas de identidad.
Nuestra veterana entidad comarcal de prestigio nacional, abría un camino para que el conjunto de las peñas andaluzas imitaran el gesto y todos pudiéramos compartir lo que es un tesoro de nuestra cultura, el flamenco. En este fondo hay documentos inéditos de discos de pizarra, de antologías y colecciones, de Concursos y Certámenes, de Congresos y Jornadas Flamencas.
Tras el acto formal y protocolario el ambiente se llenó de sabor y arte, de voces, toques y bailes, y allí estuvieron nuestra gente, entre tanta solera y sabiduría, tanta remembranza de las vinculaciones a esta bendita tierra de don Antonio Mairena, Gabriela Ortega, Juan Talega, Fernanda y Bernarda de Utrera, Perrote, Lebrijano, Diego y Paco del Gastor o el propio Silverio Franconetti o el espíritu de artistas morenenses como Diego Bermúdez “El Tenazas”, Joselero e Juana Amaya.
Y nuestra ciudad, cuna de grandes artistas, entre ellos el más grande entre los grandes relacionados con el flamenco, al que se le ha concedido la vigésimo segunda Palma de Plata “Ciudad de Algeciras”, Paco de Lucía, demostró una vez más que aquí se canta bien y por derecho, con el arte de Perico y José Pañero acompañados por ese joven tocaor de lujo que es José de Pura.
Dentro de un tiempo cuando recordemos este día, podremos decir con orgullo y satisfacción “yo estuve allí.”
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