Estamos a pocos días para que dé comienzo la Feria Real de Algeciras en su edición de 2014, la gran Fiesta de la ciudad , una de las más antiguas de Andalucía y España, no en vano cumplirá en esta edición 164 años , ya que la primera se celebró con permiso real los tres primeros días de junio de 1850.
A lo largo y ancho de su más de siglo y medio de historia han sucedido muchas cosas, entre ellas una gran transformación de nuestro pueblo asomado a una de las bahías más bonitas del mundo y de la mano se ha producido un cambio en los espacios y costumbres feriales.
Pero ni soy historiador ni lo pretendo, por lo que dejémosle a doctores en dicha materia como mi buen amigo Antonio Torremocha, que nos ilustren sobre la evolución de la fiesta mayor de la capital del campo de Gibraltar, y permítanme queridos lectores del VIVA, que este humilde articulista les dé su opinión sobre algunos aspectos de la Feria, de los que a menudo comenta la gente de la calle.
La primera es que, tal y como ha reconocido el propio alcalde José Ignacio Landaluce, lo que le honra, el pasado año fue la Feria del disparate y el desconcierto, vamos que se equivocaron de pe a pa, lo que nos lleva a tres consideraciones, las imposiciones no son sabias decisiones en las sociedades democráticas, ignorar al pueblo es exponerse a que este le dé la espalda y politizar algo cuyo protagonismo es de la ciudadanía es un gravísimo error.
La segunda reflexión, si me permiten, desde quien con mucha humildad ha tomado muchas decisiones y se ha equivocado en numerosas ocasiones, es que no podemos olvidar que nuestra Feria es en Junio, cuando normalmente el calor aprieta y seguir el modelo sevillano y abrileño de acudir al recinto al mediodía, no hay quien lo soporte por mucho microclima y aire acondicionado que le metamos a las casetas.
Y si fuéramos capaces entre todos ciudadanía, Ayuntamiento y Asociación de Caseteros del Farolillo de potenciar de nuevo la Feria de noche para recuperar nuestras tradiciones y raíces y a la vez estimular la fiesta al mediodía en el centro de nuestra ciudad, con lo que creo que todos saldríamos ganando, ciudadanos ,caseteros y la hostelería de la ciudad.
En tercer lugar, hay que reconocer el esfuerzo que está haciendo la actual empresa concesionaria de la Plaza de Toros Monumental Las Palomas, máxime en los tiempos que corren, en los que la crisis también ha llegado a las plazas y ha afectado el nivel de los festejos taurinos, pero todos sabemos que el prestigio y la categoría de una Feria va indisolublemente unido a sus corridas de toros, por lo que tiene que ser un objetivo fundamental junto con la potenciación de la muestra ganadera que fueron el origen de muchas de estas celebraciones.
El próximo viernes, como era tradicional, se proclamaran las Reinas Juvenil e infantil, Irene Mata Vázquez y Lucia Torrejón Navarro, que estarán acompañadas de sus respectivas cortes y tendremos ocasión de escuchar el pregón de mi buen amigo Juan Carlos Chaves, director de las emisoras musicales del Grupo Prisa.
Atrás quedan ya los otorgados Premios Pura Cepa, que debieron hacerse con más relieve y menos premura, cumpliendo todos los trámites previstos, y que son merecidísimos, a Fermín Oñate Sánchez, presidente de El tetrápodo; y a la Brigada Municipal de Feria y Fiestas, que se multiplica durante todo el año realizando un trabajo encomiable.
Pronto, muy pronto, el sábado tras la cabalgata, el alcalde y la Reina pulsaran el botón para que se haga la luz en el recinto de color y sonido, y tras una semana cuando veamos en el cielo algecireño los fuegos artificiales, se comenzará a desmontar esta ciudad de fantasía y diversión y la noria seguirá girando, mientras que todos comenzaremos a soñar con nuestra Feria de 2015.
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