Curioso Empedernido

Trotes y trinos

Soñador era una fuente de entusiasmo y estimulación creativa y debía luchar para salir de ese círculo infernal, ir a nuevos lugares, ver nuevas caras , hablar con nuevas gentes , conocer a nuevas personas y experimentar nuevas sensaciones

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No era un caballo dispuesto a trotar en la pradera ni un pájaro que quisiera volar y  deleitarnos con sus cantos y silbidos. Entre trotes y trinos, cercanías y lejanías, bandas y pandillas, cabalgaduras y vuelos, si algo tenía claro es que no estaba dispuesto a pagar. Aquel espectáculo de la naturaleza no había dinero con el que comprarlo  y  además se nos ofrecía de forma gratuita.

Melitón Soñador, necesitaba evadirse para olvidar, descansar y desconectar de sus preocupaciones. Precisaba de esos momentos de soledad y que nadie le molestara. La nueva situación suponía un cambio radical en sus costumbres y su modo de vida.

No quería obsesionarse con lo que no iba a poder cambiar.Cuando todo se hundía en su alrededor, y el mismo era como un barco a la deriva que hacia agua por todos lados, no podía permitirse perder el tiempo, que conforme pasaban las hojas del calendario, era el  bien más escaso en su vida.

Tenía una gran fuerza de voluntad y autodisciplina para llevar a cabo sus propósitos, aunque era rebelde con las normas y  mostraba su resistencia y negatividad hacia todo lo que consideraba un sometimiento. Estaba empeñado en   hallar su lugar en el mundo y lograr conciliar todas las actitudes y opiniones.

En ocasiones, como en una rabieta infantil, era incapaz de controlar su ira y su frustración y se dejaba llevar por esa tendencia suya de sentirse por encima de los demás, sin mantener la mente clara para alcanzar las soluciones que más le convenían y sucumbiendo a las habladurías y los chismorreos.

Soñador era una fuente de entusiasmo y estimulación creativa y debía luchar para salir de ese círculo infernal, ir a nuevos lugares, ver nuevas caras , hablar con nuevas gentes , conocer a nuevas personas y experimentar nuevas sensaciones.

A caballo entre la protesta y la  rabia, no conseguía encontrar demasiadas respuestas a  las preguntas que a menudo le rondaban  la cabeza. No lograba encontrar demasiadas respuestas a las preguntas que a menudo le pajareaban  en su azotea mental.

Mejor que dar grandes saltos hacia lo desconocido, prefería estar atento para aprovechar las oportunidades que le salieran en el camino y conocer los atajos necesarios para llegar antes y mejor a la meta y como conseguir los objetivos.

Entre bromas y pitorreos, procuraba la seriedad de los pequeños placeres hogareños a los intelectuales que manipulan las agendas y distorsionan la realidad  en su beneficio. Melitón siempre se había situado fuera de los convencionalismos y al lado de los más débiles y desfavorecidos y eso suponía nadar contracorriente.

Nuestro amigo estaba preparado para cualquier contingencia, lejos de blandengues y pusilánimes.No era un hipocondríaco pero se cuidaba lo suficiente para gozar de la vida. En el barullo de lo imprevisible, lo azaroso y lo circunstancial tenía claro lo que quería y no se iba a dejar manipular.

Para obtener buenos rendimientos debía estar preparado, no dejarse llevar de las tentaciones de lo fácil ni obsesionarse en metas imposibles, sino confiar en la virtud de lo cotidiano, de saber aprovechar el paraíso que se le ofrecía en cada esquina sin dejar de pensar que para estar vivo hay que seguir manteniendo el compromiso, sino te conviertes en un posibilista, un mercenario y acabas estando muerto por mucho que respires y hables.
                                       Juan Antonio Palacios Escobar

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