Curioso Empedernido

Virus Pestilente

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Virus Pestilente había llegado a ser concejal de su pueblo. El sueño de tantos y tantos años hecho realidad, tras arrastrarse y humillarse ante quien oliera que tenía algún poder y cambiar en tres ocasiones de partido político. Nuestro miserable personaje no es que oliera mal, pero era el más vivo ejemplo de lo que no debía ser la actuación política, por lo que hacia honor a su apellido.

Durante cuatro periodos corporativos, había pasado dos en el gobierno y dos en la oposición, pero no hubo mayor experto en convertirse en un gran incapaz de no resolver nada en más de tres lustros que este Virus de la política que castigó a sus conciudadanos con su presencia.

Ahora, por fin iría en la lista al Senado, lo que consideraba un premio a su servilismo y aplicación en hacer la pelota a los mandamases e intoxicar sobre todo y todos. Era un ser despreciable, empeñado en ensuciar y espolvorear el ventilador con el objeto de regar lo que se pusiera a su alcance de los vómitos que salían de su boca.

Su gesto torcido y su mirada esquiva, le daba un aspecto de indeseable. Le resultaba imposible mirar a ninguna estrella, porque su horizonte casi siempre se perdía en las profundidades de las cloacas y entre los pasadizos de las corrientes procedentes de todos los desagües del mundo.

Era un individuo tremendamente peligroso, sin ética ni moral, dispuesto a lo que fuera con tal de permanecer al lado del poder, aun cuando fuera en las misiones más rastreras y miserables. Se encargaba con gusto y afición de realizar las actuaciones más repugnantes, porque sólo estaba satisfecho instalado en la mal oliente basura.

Estas ratas de alcantarilla, estos murciélagos de las más infectas cuevas como nuestro Virus, no les importa mentir, difamar o calumniar y no son conscientes que cada vez que hablan no sólo pierden puntos ante el común de los mortales, sino que se hunden más y más en las sucias aguas de los pantanos de la inmundicia.

No tienen clasificación alguna entre los mezquinos y acaban considerados como traidores por todo el mundo. Su fin, arrastrarse en el fango entre el desprecio y la ignorancia de quienes les pagan. En su locura, en su odio hacia todo lo que represente coherencia, honradez y limpieza, suelen presentar su peor cara, y sale fuera con toda su sintomatología, el ser más cruel pero a la vez más indefenso, victimas de su propio odio y de su sed de venganza.

Este individuo suele hablar con ardor y aparente pasión de todo aquello por lo que el mejor favor que podía hacerse era callar. Con enorme facilidad se pica ante cualquier insinuación de los demás, lo que no deja de ser la más evidente señal de su mala conciencia.

Un verdadero monstruo en el arte de de incendiar todo lo que tiene a su alrededor, y aviso a navegantes, léase, a gente dispuesta a comprar mercenarios de este calibre, no se me olviden que casi siempre acaban mordiendo la mano de su señor en cuanto éste no está en el poder.

Estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral que tendrá lugar el próximo 20 N, en el que parece que entre triunfalismos y rendiciones todo el pescado está vendido, pero el partido hay que jugarlo. Estemos alerta ante estos doctores de la política basura, son como nuestro Virus Pestilente, que donde penetran intentan contagiar o destruir lo que sale a su paso. Mantengámonos alejados de estos apestados sin dignidad. Nos sobran sus perversiones, sus estafas y sus engaños.

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