Opiniones de un payaso

Agradecimientos

Aunque ya expresé los agradecimientos debidos durante la presentación de “El Secreto de los Balbo”, quiero aprovechar la oportunidad que me brinda la tribuna de este medio –con el que tengo el honor y el placer de colaborar desde hace ya bastantes años– para volver a transmitir mi gratitud y...

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Aunque ya expresé los agradecimientos debidos durante la presentación de “El Secreto de los Balbo”, quiero aprovechar la oportunidad que me brinda la tribuna de este medio –con el que tengo el honor y el placer de colaborar desde hace ya bastantes años– para volver a transmitir mi gratitud y mi público reconocimiento a quienes pusieron su granito de arena para que este libro sea una realidad y llegue a los lectores y para que su puesta de largo el pasado día 10 de marzo en la sala del edificio Pósito de Los Barrios fuera –modestia aparte– todo un éxito.
A Alberto Pertejo y a la Editorial GoodBooks por la acogida que dispensaron desde un principio a la idea de publicarlo. Al profesor José María Lázaro Bruña por la ayuda, el asesoramiento y el tiempo que me concedió durante la redacción. Sus apreciaciones relacionadas con detalles de la historia de Roma y de la Antigüedad Clásica, así como sus aportaciones en todo lo que se refiere al uso del latín y el griego, fueron para mí imprescindibles a la hora de culminar el trabajo.
Al diputado, y vicepresidente de la Fundación Provincial de Cultura, Salvador Puerto, por su apoyo. Al director del Instituto de Estudios Campogibraltareños, Ángel J. Sáez Rodríguez, por su participación en dicha presentación y por los comentarios que dedicó al contenido del libro, con una intervención documentada que, desde un punto de vista académico e intelectual, enriqueció notablemente el acto. Y a mi viejo y querido amigo Alfonso Pecino, que fue quien medió para que Ángel J. Sáez Rodríguez estuviera presente.
También al concejal delegado de Cultura del Ayuntamiento de Los Barrios, Manuel Molina, por su presencia y por poner a disposición de un servidor el edificio Pósito para presentar en sociedad esta novela histórica en la que –con alguna que otra interrupción– he estado liado los últimos cuatro años.
Por supuesto, a mi muy querido amigo Manolo Guillén, por la realización del vídeo que sirve de introducción a la propia obra y que espero pueda difundirse en breve a través de las diferentes redes sociales, no solo para su promoción, sino también por su valor divulgativo. Al compañero Ángel González, artista de la radio, que  en dicho vídeo dio voz a Lucio Cornelio Balbo El Menor, como personaje protagonista del relato. A los demás colegas que se molestaron en ayudar en el montaje audiovisual. Y, cómo no, al amigo Paco Campaña, que ejerció de maestro de ceremonias, a pesar de sus múltiples ocupaciones, todo lo bien que él sabe hacerlo.
También a los numerosos familiares, allegados, vecinos y conocidos que tuvieron el detalle de acudir a la cita. No solo por el hecho de acudir, como ya dije durante la propia presentación, sino por el afecto que siempre me muestran.
Pero esta lista no estaría completa si no hago referencia a las fuentes que me fueron de utilidad a la hora de escribir, aunque no las relacione una a una por razones de espacio. Una muy extensa bibliografía que incluye tanto textos clásicos como textos de autores contemporáneos dedicados al estudio de la época, entre los que destaco el del hoy catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Córdoba Juan Francisco Rodríguez Neila, con el que, por cierto, he tenido el gusto de contactar no hace mucho.
Y tampoco estaría completa sin mencionar a los Balbo de Cádiz, Lucio Cornelio Balbo El Mayor y Lucio Cornelio Balbo El Menor, que fueron la excusa que me llevó a profundizar en el conocimiento de un período de la Historia de Roma que ya me apasionaba y que ahora me apasiona aún más.

http://www.jaortega.es

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