Se lo auguraba yo hace un buen montón de meses a un compañero de profesión y amigo. El proyecto de instalación de una planta de almacenaje de combustible en Palmones promovido por la multinacional VITTI no llegaría a hacerse realidad, le dije. Y no porque tuviera yo información privilegiada al respecto, sino por deducción lógica. Y porque me dio un soplo –guárdenme el secreto y no se lo digan a nadie– un coleguilla desde Amsterdam.
Ya entonces, es decir, hace como un año chispa más o menos, tenía yo para mí algo que, por otra parte, era a todas luces evidente. Que estábamos ante un proyecto poco sólido y convincente y, por supuesto, incapaz de despertar entusiasmos. En particular, para una población la del Campo de Gibraltar muy sensibilizada con los problemas de la contaminación. Por mucho dinero del que se hablara en lo que se refiere a la cuantía de la inversión y por muchos puestos de trabajo que falsamente se prometiesen.
Para un servidor está bastante claro que la ampliación y mejora de las instalaciones de VOPAK, grupo empresarial líder en el sector, en nuestra bahía, una zona en la que el negocio del bunkering está más que sobreexplotado, ha tenido que ser crucial en la renuncia de los holandeses a sus planes dentro del término municipal barreño. Como está claro igualmente que detrás de dicha renuncia existen también –coincido en esto con el presidente de la APBA, don Manuel Morón– razones económicas y de cambio en la situación del mercado internacional del petróleo y sus derivados.
Esto no significa, ni muchísimo menos, que en la decisión de la multinacional no hayan influido otros factores, como los obstáculos de carácter administrativo que se haya podido encontrar y, sobre todo, la presión de los movimientos ecologistas, con el apoyo de una buena parte de la opinión pública campogibraltareña.
El alcalde de Los Barrios está muy triste por el hecho de que este proyecto finalmente no haya salido adelante. Pero creo que los ciudadanos podemos darnos por contentos. Si es que no estamos ante una estrategia para acallar protestas incómodas de aquí a las elecciones.
El primer edil barreño, sí, lamenta profundamente que la iniciativa se haya visto truncada, ya que ha sido uno de sus principales valedores. Lo que yo lamento, sin embargo, es que el señor Romero no tuviera allá por 2006, cuando aún no gobernaba y se encontraba en la oposición, el parecer que hoy tiene. Pues, de haberlo tenido, supongo que nunca le habría puesto tantas trabas como le puso a la construcción de un nuevo parque empresarial y a la implantación de LPC Group en La Gertrudis. Por aquellas fechas, y no ahora, fue cuando de verdad perdimos una auténtica oportunidad histórica.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
