Mientras que el Consejo Local de la Mujer no entiende por qué la Unión de Hermandades se erige como defensora de la “familia natural y ataca, en tono despectivo, derechos ya reconocidos por nuestras Leyes como el divorcio, el matrimonio homosexual y el aborto, asemejando éste último, como el derecho concedido a las mujeres para ejercer la pena de muerte o la aplicación de un indulto materno sobre la vida sus futuros hijos o hijas”, Natera, en clave torera, trataba de dar un capotazo al colectivo femenino.
Así, aseguraba que “desde la Unión de Hermandades no vamos a entrar en polémica, porque en nuestro manifiesto queda bastante clara cuál es nuestra posición, nos reafirmamos en todo lo publicado, y quien quiera respuestas al mismo, que lo lea”.
Por ello, y recogiendo palabras literales del manifiesto, los cofrades insisten en que el divorcio express, por ejemplo, “se debe a que el matrimonio se ha convertido en un acuerdo social eventual”; sobre el matrimonio entre homosexuales, afirman que “se ha retorcido la Constitución para permitir algo etiológicamente imposible”, o respecto al aborto, el manifiesto critica que se pueda conceder a una madre “el derecho de aplicar la pena de muerte o el indulto a la vida”.
Es por ello, que desde el colectivo femenino se haya asegurado que este tipo de declaraciones “no hacen más que obstaculizar, de manera consciente, el camino hacia la igualdad real entre Hombres y Mujeres, y ya es hora de que ciertas instituciones poderosas dejen de echarle a la mujer la culpa de todos los males de la humanidad”.
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