Juan Miguel y Juan Pedro, dos maestros jerezanos de la zona de Balneario y de El Chicle, llevaban tiempo lamentando que el mundo “está hecho polvo” y que pese a como se encontraba todo, en España “nadie se movía”. Ellos se habían manifestado en su época de estudiantes y como profesores. Pero, ¿y cómo pensionistas?No fue en sí la controvertida subida del 0.25% en la pensión, ya popularizada como ‘pensión miseria’, lo que les empujó a dar un golpe sobre la mesa, sino un poco todo.
“Los jóvenes, las familias y los futuros pensionistas tienen que tirar con nosotros”Ese día, en febrero del pasado año, los dos estaban conversando en un parque de la calle Asta. Dos meses antes Juan Pedro estaba saliendo de una enfermedad y a Juan Miguel le habían extirpado un riñón. Aunque convalecientes, estaban asistiendo como espectadores a un contexto social y económico en el que “nos están robando poco a poco”. “Te quitan 1.000 euros al año, y yo puedo decir que mi pensión es buena; hay gente mucho peor, y otros políticos que por cinco minutos de trabajo cogen 11.000 euros cada uno”. Fue entonces cuando acordaron dejarse de hablar y de “lamentos” y “hacer algo”. Sin saberlo en ese instante estaba naciendo el germen de la Marea de Pensionistas y Jubilados de Jerez, ya constituida formalmente y de la que son sus fundadores. Al poco tiempo se unió Francisco Gómez, de 66 años, alicatador y soldador de profesión ya jubilado que ahora estudia en la Facultad de Mayores. Los tres están al frente del colectivo que el pasado 22 de febrero movilizó a 4.000 personas en Jerez, una cifra que se repitió ayer pese al temporal.
Lo primero que hicieron fue ir Cádiz, donde les constaba que desde hacía un año “un grupo de hombres y mujeres que parecían locos porque se reunían todos los martes, lloviera, venteara o hiciera sol”. Se asesoraron, y se convirtieron en la segunda localidad de la provincia en fundar su marea de pensionistas. Ahora ellos hace lo propio y han ido por los municipios de la sierra de Cádiz para animarlos “hacerles ver lo que pasa” y que ellos se organicen. Y lo están consiguiendo. Sólo pusieron y mantienen una “única” norma, que sometieron a votación, y no piensan claudicar. “Nada de banderas”, ni de sindicatos, ni de partidos políticos. A nivel individual que cada cual tuviera su ideología, pero “nadie iba a abanderar un movimiento que no fuera de pensionistas. Una premisa con la que han conseguido “unir a más personas”. “Nosotros no preguntábamos su ideología, sino si era pensionista o no y si estaba de acuerdo en que nos quejáramos por cómo nos estaban tratando. Esa era la cuestión que necesitábamos para poder aglutinarnos”. Tal y como apuntan, el planteamiento no gustó a sindicatos y partidos que luego se han encontrado en manifestaciones suyas y creen que es la mejor decisión que pudieron tomar y le dan “gracias a la vida”. “Los sindicatos mayoritarios se retiraron; no iban a poner ni una hojilla, si no iba su sigla”, y aseguran que con el PSOE ocurrió algo parecido. Ahora tienen claro que en esta inercia en la que ya se mueven pensionistas y jubilados, se deben involucrar también estudiantes y familias al completo, y siguen emocionándose con la lección que están dando en todo el país.
“Nos decían que no íbamos a conseguir nada, pero a la gente le duele el bolsillo y sale y estamos seguro de que se va a conseguir algo porque está nervioso todo el mundo: el Gobierno, los partidos de la casa y los sindicalistas, que estaban dormidos, se han puesto las pilas”. Eso sí, avisan de que en esta lucha “no queremos amo de ningún tipo” y no van a permitir que dirigentes políticos y sindicales “se apropien” de este movimiento espontáneo “en el que los jóvenes tienen que tirar con nosotros”, sentencian.
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