El Ayuntamiento acogió el pasado lunes por iniciativa de Asunico, la Asociación Unión Local de Comerciantes, la primera de las reuniones de las mesas de diálogo que esperan poder constituir entre hosteleros, comerciantes y vecinos con el Ayuntamiento. En esta ocasión, empezaron por residentes y hosteleros de la Plaza Vargas, que se sentaron con la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, el teniente de alcalde de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz y el presidente de Asunico, Manuel García.
En breve se celebrará otra con residentes y hosteleros de San Pablo y Plaza del Clavo. Se trata de los tres puntos declarados ZAS (Zonas Acústicamente Saturadas) el pasado verano tras una designación que la Junta local de Gobierno dejó en suspenso hace varias semanas tras estimar el recurso de Asunico que apelaba a los perjuicios económicos que había acarreado esta declaración a los locales hosteleros ante la restricción horaria y de terrazas de veladores. A quienes no les ha gustado nada que el Ejecutivo local los haya obviado en este encuentro y no los haya convocado ha sido a los vecinos del colectivo del Centro Histórico, que esta misma semana han denunciado la “indefensión” que entienden que supone esta revocación de las ZAS ante el Defensor del Pueblo Andaluz y Español.
Una postura “inviable”
En su momento, ya manifestaron su intención de no sentarse “en ninguna mesa” con el Ayuntamiento, independientemente de que sí lo hagan con los hosteleros, pero consideran “escandaloso” que sea Asunico el que haya convocado a las partes en el Ayuntamiento y que la Administración local no les haya citado. Su indignación además es doble, pues asegura que continúan esperando que el Gobierno local les “notifique” por escrito la suspensión de las ZAS, pues conocieron esta medida por la prensa, y que se pronuncie sobre sus alegaciones.
En este sentido, desde Asunico, su presidente, ha dejado claro que su colectivo ha tomado las riendas para “solucionar los problemas” tras reconocer que no entiende las quejas de esta asociación vecinal por no citarlos cuando “públicamente han renunciado a reunirse con el Ayuntamiento” y “van a continuar las denuncias”, una actitud que, a su juicio, demuestra que “no hay voluntad de solucionar nada”. Considera que sentarse a negociar y arreglar los problemas es “inviable” sin el Ayuntamiento, pues es “quien tiene la sartén por el mango”.
La alcaldesa, por su parte, valoró de forma positiva la puesta en marcha de esta mesa de diálogo, para buscar una solución “que respete los intereses de todos, y que compatibilice el descanso de los vecinos con la actividad hostelera”.
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