El instituto Fernando Quiñones ha decidido empezar el año rindiendo su particular homenaje a las 49 víctimas de la violencia de género que perdieron la vida el pasado año. Precisamente han sido esta cifra de miembros de la comunidad educativa (profes, alumnos y padres) los que han salido al patio de este centro escolar con el número correspondiente y el nombre de Ana Orantes, la mujer granadina que denunció públicamente su caso hace veinte años y que días más tarde fue quemada viva por su marido. Su testimonio se convirtió en un símbolo contra el maltrato. La actividad ha sido organizada por la coordinadora del Plan de Igualdad.
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